Los felinos, por naturaleza, suelen acostumbrar a regresar siempre a su casa después de dar largos paseos o, incluso, de pasar días fuera. Sin embargo, el gatito Bobby no lo hizo. Tras darlo por perdido, su familia volvió a saber de él un año y medio después. Eso sí, a 1.500 km de distancia.
Cachorros que fueron un regalo en Navidad y ahora son más grandes de lo esperado. Gatos y perros que requieren un tiempo y un dinero y ahora encima estorban en las maravillosas vacaciones organizadas. Perros y gatos que ya están mayores y tienen algún tipo de enfermedad. Perros que han sido utilizados como una herramienta y ahora ya no sirven. Estos son algunos de los tipos de abandonos que se hacen en verano.