La Junta de Castilla y León acordó este jueves, mediante la aprobación de un decreto ley, la suspensión -durante dos años o la entrada en vigor de la nueva normativa- de la solicitud de licencias de apertura de salones de juego y casas de apuestas hasta contar con una Ley de Juego «más rígida» en la Comunidad. La entrada en vigor de esta suspensión será efectiva a partir de mañana viernes con la publicación del decreto del Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl), aunque que tendrá que ser refrendado en las Cortes en el previsible Pleno del 22 y 23 de junio.
El Consejo de Gobierno ha aprobado este jueves el cierre de las casas de apuestas, con una vigencia inicialmente prevista de catorce días, atendiendo a que, por las especiales características de estos establecimientos, plantean un elevado riesgo de transmisión comunitaria de la Covid-19.
Apenas diez días después de la manifestación vecinal contra las casas de apuestas en las que se pedía al Ayuntamiento (que es el que en última instancia da las licencias, y esta vez sin dilaciones) que impidiera su asentamiento en los barrios o que se limitara su horario de apertura, el equipo de Gobierno del PP y Cs han echado balones fuera y dicen que esto es cosa de la Junta y del Gobierno central.
El grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Salamanca defenderá en el próximo Pleno del 7 de febrero una moción para poner freno a la proliferación de las casas de apuestas en la capital salmantina, con medidas específicas a trasladar a la normativa municipal en materia urbanística con las que espera conseguir el consenso de toda la Corporación.
Varias asociaciones de vecinos y sociales de Salamanca organizaron este sábado una marcha de protesta para pedir la prohibición de las casas de apuestas que empiezan a proliferar sobre todo, en los barrios humildes.
Asociaciones vecinales de Salamanca se unen contra las casas de apuestas
Han convocado una concentración de protesta este sábado en la Plaza Mayor
Varias asociaciones de vecinos y sociales de Salamanca se han unido para combatir las casas de apuestas que empiezan a colonizar los barrios de la ciudad, preferentemente los más humildes y populosos.