[dropcap]L[/dropcap]a política no siempre responde a las leyes de la lógica política, o al combate –tan desigual- de los intereses económicos, sino que en ocasiones parece obedecer a las leyes de la física.
lorenzo sentenac
Paradoja chirriante
[dropcap]V[/dropcap]ivimos instalados en la paradoja. El ruido ambiente procede de esa paradoja. No se trata, como piensan algunos, de un gusto morboso por el ruido, característico de nuestro tiempo, o de un cultivo deliberado de la cacofonía facilitado por las nuevas tecnologías y su expresión más cacofónica: las redes.
No.
De los hunos y los otros
[dropcap]S[/dropcap]i no nos pareció bien en su día que Fernández Díaz, ministro réprobo del gobierno del PP, frecuentara las cloacas del Estado y los seres tenebrosos que la habitan (aunque eso sí, con conocimiento y licencia del ex presidente Rajoy, cuya mano derecha decía ignorar lo que
Curso acelerado de cosmética
[dropcap]N[/dropcap]o sabemos si el gobierno de Pedro Sánchez, dure lo que dure, pasará a la historia como el gobierno que más cosas anunció y menos cosas hizo.
Tristes victorias
[dropcap]E[/dropcap]l verano debería ser tiempo de lecturas relajadas y discretamente hedonistas. ¡Es tan largo el invierno! O lo era, porque hablo del invierno de antes del cambio climático, y hoy ya todo se confunde, sin fronteras claras entre una estación y otra.
Engranajes
[dropcap]N[/dropcap]o deben ser pocos los motivos del descrédito creciente de los sindicatos sí nos atenemos al número de descontentos y al escaso entusiasmo de la afiliación.
Finisterre
«Al parecer, es necesario experimentar primero la conmoción de comprobar la identidad entre la teoría platónica de la justicia y la teoría y práctica del totalitarismo moderno para poder comprender lo urgente que se torna la interpretación de esos problemas» (KARL. R. POPPER / La sociedad abierta y sus enemigos).
[dropcap]E[/dropcap]n tiempos más sensatos Europa se empezó a construir, y ahora, en tiempos más salvajes, se ha empezado a suicidar.
La anomalía como quiste
[dropcap]C[/dropcap]uando un mal se hace fuerte tras su cápsula fibrosa podemos hablar con toda propiedad de quiste. Y cuando un mal se enquista… mal asunto.
La sombra del pasado es alargada
[dropcap]A[/dropcap]unque no siempre, sucede a menudo que llegar tarde es llegar mal. Esto de llegar tarde y mal, o no llegar, se ha convertido casi en una constante gravitatoria de nuestro país, cuya órbita de giro es solipsista, anómala, y elíptica. Si parece que ya se acerca al ansiado fin de una normalidad democrática, es solo para darle esquinazo de nuevo, coger impulso e irse un poco más lejos.