[dropcap]S[/dropcap]ucedió hace unos días, mientras clamaba por la paz en el mundo. Llevaba un año aguardando porque en 2020 no pudo organizarse el acto cuando correspondía, en las vísperas de san Francisco. Al final, en medio del progresivo regresar a la normalidad, Manolo Muiños pronunció su discurso reivindicativo en la iglesia de un convento que fue premio nacional de arquitectura. Y su grito resonó con fuerza, porque la suya es una voz autorizada, creíble y convincente.