[dropcap]D[/dropcap]ice un dicho que de sabios es rectificar. Eso es lo que ha hecho Sergio Dalma, que debido a la emoción de volver a tocar en directo y tener el contacto directo con el público, se excedió y casi, casi,… la lía, al incumplir el protocolo Covid para los conciertos, donde las personas pueden disfrutar de sus artistas, corear las canciones con mascarillas y mover el pie, pero nunca levantarse y bailar.

Tres horas de espera, «pero, merece la pena». Es lo que llevaban algunas aficionadas a Sergio Dalma esperando para hacerse una foto con su ídolo y que les firmara un autógrafo. El cantante es la primera vez que viene a firmar a Salamanca y sus incondicionales lo esperaban como agua de mayo.