Hablar con Francisco –Paco- Blanco es darse un paseo por los pueblos de Salamanca buscando esa tradición que se pierde, la cocina que huele a leña o la memoria de quién ha estado más de cuatro décadas buscando la esencia de la tradición salmantina. Además, es un gran conversador y espléndido por su elegancia al donar libros que servirán para que otras mentes descubran esos conoceres charros.