España necesita 1,5 millones de viviendas asequibles para evitar que los hogares se vean obligados a destinar más de un 35% de sus ingresos mensuales al pago del alquiler.
Las bajadas en el precio del alquiler provocadas por el incremento de la oferta vivido tras el estallido de la pandemia y los meses de confinamiento han provocado que el peso de las viviendas en arrendamiento por debajo de 750 euros haya crecido considerablemente.
La pandemia del Covid-19 espolea al mercado inmobiliario de Castilla y León a dejar las capitales de provincia como núcleos de mayor actividad, puesto que han perdido peso en las compraventas de viviendas en relación al resto de municipios de la provincia. El cambio de tendencia, que se produce también en gran parte del país, indica una mayor apuesta por poblaciones de menor tamaño, frente a las grandes ciudades.
El centro de Salamanca y Valladolid son los barrios más caros para comprar vivienda de Castilla y León, puesto que el metro cuadrado cotiza a 2.980 y 2.586 euros, respectivamente. En España, Recoletos (Madrid), Área Romántica (San Sebastián) y Sarrià (Barcelona) son los barrios con el precio más elevado, al superar los 7.000 euros el metro cuadrado, según un informe de Fotocasa.