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Opinión

La selectividad…un antes y un después

[dropcap]E[/dropcap]sta semana ha tenido lugar en nuestra comunidad autónoma la prueba de acceso a la universidad (PAU), conocida coloquialmente como Selectividad. En un año que se prevé que será el último en el que se desarrolle este sistema de acceso a la universidad.
Numerosos “preuniversitarios” acuden a los centros donde se examinan y donde puede apreciarse el gran nerviosismo por lo que se juegan estos días, pero a la vez una gran ilusión por lo que supone cada pasito que van haciendo estos días. Nerviosismo e ilusión van juntos estos días en los que marcarán un punto de inflexión en su vida. El primero puede deberse a que estos días son decisivos para poder acceder a la universidad –aunque muchos ya son conscientes de las enormes posibilidades de éxito de superación de estas pruebas: un 90% tal y como lleva siendo los últimos años. Pero no solamente se juegan el acceso a la universidad, sino que muchos tienen que obtener una calificación alta o muy alta si quieren cursar determinados estudios.

Existen numerosos grados cuya nota de corte es elevadísima, tales como Biotecnología, Medicina, Fisioterapia, Odontología…etc. Para ello, no solamente les basta con la calificación obtenida durante el Bachillerato, sino que tanto las prueba general como al específica de la PAU tienen que ser brillantes.

Por otro lado, se trata de unos días que muchos de estos todavía adolescentes afrontan con mucha ilusión, ya que son muchos cambios los que van a empezar a experimentar de forma frenética a partir de ahora. En primer lugar, empezarán a estudiar la carrera universitaria que siempre quisieron. Todos dejarán sus institutos o colegios después de años y años de esfuerzo. Muchos de ellos dejarán sus casas y empezarán una nueva vida en otra ciudad y vivirán de forma independiente los próximos años. Se abre un nuevo ciclo en el que además de aprender deberán ser responsables y tomar muchas decisiones.

Una de las decisiones más importante es saber elegir la carrera que van a cursar. Lo que para algunos estudiantes es muy sencillo y desde pequeños “saben lo que quieren ser de mayores”, muchos de ellos están todavía indecisos. Son diversos los motivos por los que se puede elegir estudiar una carrera: los gustos o las vocaciones personales, las salidas profesionales, “lo que van a estudiar tus amigos del instituto, entre otros.

Está claro que las salidas profesionales es un aspecto muy importante para tener en cuenta, ya que realmente la finalidad evidente de obtener un grado universitario es el acceso al mercado laboral. Quizá este sea el motivo por el que la mayoría de las familias aconsejen a estos estudiantes sobre su elección. Sin embargo, no siempre es tan sencillo. Muchas veces los datos que se ofrecen en determinados informes o medios no son del todo fiables –ya que no especifican al tipo de empleo y las condiciones a las que se refieren-. A veces, tanto las familias como los estudiantes no tienen una percepción clara de lo que la sociedad está demandando y no saben ciertamente si los estudios que van a cursar son los más adecuados.Por otro lado, las carreras más demandadas hoy en día pueden dejar de serlo dentro de cuatro o cinco años…todo es muy impredecible.

Si bien los estudiantes tienen que ser muy conscientes de que a la hora de esta elección puede estar en juego su futuro laboral, la experiencia me ha dicho que muchas veces para hacer algo bien es necesario tener pasión por ello. Es por este motivo por el que creo que no es para nada un error elegir los estudios que más ilusionen a los estudiantes –independientemente de que sean o no los que más salidas laborales tengan-. Es posible que tendrán más dificultades para encontrar un trabajo en determinados estudios, pero muy posiblemente si lucha por ello, lo conseguirán y serán felices. Además, no podemos crear una sociedad en la que todos sean médicos, abogados o ingenieros. En la sociedad del futuro tienen que convivir todas las profesiones.

A pesar de que muchos consideran que esta decisión es algo crítico para su futuro, tienen que ser conscientes de que no es algo irreversible. Son muchos los que al cabo de un año deciden cambiar de rumbo y comenzar otra andadura, o al cabo de cinco…la vida da muchas vueltas y lo importante es saber aprovechar el máximo de todas las etapas.

¡Mucha suerte a todos!

Por: José Manuel Muñoz Félix

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