[dropcap]C[/dropcap]ada día veo más gente que no sabe por qué se levanta por las mañanas. Si es que se levantan. Nos enfrentamos a una época llena de oportunidad es desaprovechadas y talentos que se niegan a sí mismos.
Es el ejemplo de muchos de los jóvenes con los que me encuentro. Aunque muchos no lo reconozcan, la mayoría ni siquiera sabe lo que quiere. Se han ido dejando llevar por las circunstancias y poco les importa el “para qué” de lo que estudian o hacen. Y si conocen su sueño, probablemente el entorno ya está encargándose de eliminar la capacidad de soñar.
La sociedad en la que vivimos adora la seguridad. Gran parte de los jóvenes universitarios españoles aspiran a ser funcionarios; suelen preferir siempre una situación económica estable y no les preocupa si el trabajo es o no apasionante. Alguno ni sabe que se puede ganar dinero disfrutando de lo que se hace.
Muchos de los que andan estudiando se encuentran perdidos y al finalizar la carrera lo siguen estando. Suelen lanzarse a lo seguro, seguir estudiando algo con lo que continuar sus vidas o buscar trabajos mal pagados que no les gustan y que les sirven de prácticas para engrosar su experiencia. Prácticas que al final sirven para coger más asco a todo lo que tenga que ver con trabajar.
Cuando terminan los estudios o algún trabajo temporal la crisis se hace visible y un montón de dudas inundan sus cabezas Pero en cuanto encuentran algo con lo que seguir unos meses más, dejan de pensar. Van dormidos por la vida, sin tiempo para sí mismos.
No se nos ha enseñado a pensar. Y lo estamos pagando muy caro.
Son pocos los que se atreven a arriesgar confiando en su propio potencial, luchando por realizar lo que les apasiona, entendiendo cada fracaso cómo una oportunidad de aprendizaje y apostando por no vender su vida y sus sueños a nadie.
Muchos de los dormidos subrayan la suerte de estos últimos cuando triunfan, sin ni siquiera haber salido en busca de su propia fortuna. Una excusa más para justificar el abandono de sus sueños. Viven predicando imposibles a todo aquel que intenta apostar por los suyos, porque ponen los límites de los demás en el mismo sitio dónde se quedaron los suyos.
La ufel.es felicidad no se logra al conseguir algo, uno es feliz cuando tiene un motivo por el que conseguirlo.
Cuando uno trabaja en lo que no ama, no es dueño de su vida. El dinero no sirve sin un sentido, la seguridad ahoga a la pasión y los miedos terminan acorralándola.
Dejemos de buscar lograr objetivos que no son nuestros. Sólo estamos durmiendo al talento que se encuentra dentro de nosotros. A veces una gran crisis lo despierta pero esto no es necesario, hay otros caminos; podemos tomar conciencia y acción por nuestra vida.Los miedos se diluyen cuando actuamos.
Cada uno tiene el poder de despertar.
¿Qué es lo que te apasiona?
Fran V. Hdez. @FranVHdez
Pedagogo. Formador de élite.
Experto en Gestión y Desarrollo del Talento para jóvenes.
Si quieres seguir leyendo sobre felicidad, coaching, inteligencia emocional, Liderazgo puedes visitarnos en la Universidad de la Felicidad.
2 comentarios en «Sueños fundidos»
Espero que el que nos ha iluminado con tal sarta de vanalidades por lo menos pueda explicarnos como ha conseguido alcanzar sus sueños con esfuerzo y dedicación porque intuyo que para escribir aquí sobre sueños y alcanzar metas has tenido que llevar una vida en la que te haya costado alcanzarlas y con ello no me refiero al típico chaval al que le han pagado una carrera y un master privado y ya crea un erudito de los sueños y metas cuando no ha trabajado ni una vez en su vida. Espero que esto no sea de esos casos porque ya está bien de niños de papá poniendo cosas que ya sabemos todos.
Buenos días,
al autor del previo comentario le diría que bravo por su espíritu crítico. Siempre me sacan una sonrisa los alumnos rebeldes que se niegan a creer de primeras lo que los profesores enseñan en las escuelas, los oyentes que enarcan las cejas al escuchar discurso políticos en la radio, o los comentaristas anónimos de webs y bloggs, que desmienten o contrastan artículos, dándonos al resto de lectores la posibilidad de adquirir un punto de vista más amplio. Y por lo tanto dándonos la posibilidad de ser más libres.
Dicho ésto, el anterior comentario es una crítica sin mucho contenido. La falta de «comas» en su redacción hacen pensar en una escritura rápida y emocional, sin medir siquiera las consecuencias.
Los desahogos pueden quedarse en casa, o mandárselos por privado al autor del artículo. El resto de lectores no tenemos por qué tragar con las iras poco reflexionadas de otros.
En cuanto al autor de «sueños fundidos», ¡bravo por el artículo! Llevaba tiempo pensando lo mismo. A veces el miedo y la incertidumbre nos hacen dejar de creer en nuestros propios sueños, pero no hay nada más bonito que tener el valor de romper esas barreras y luchar por un sueño que de verdad amamos. Puede que nos demos un castañazo de campeonato, al contraste de la ambición con la realidad, pero no cargaremos con el remordimiento de ni siquiera haberlo intentado.
Tengo la sensación de que en la vida nos encontramos a menudo con opciones del tipo «ser o no ser». Podemos tomar nosotros la decisión de coger un camino u otro. En caso de no decidir, lo hará el paso del tiempo. La diferencia radica en que «elegir» otorga la paz interior de haber asumido las consecuencias.
Un saludo.