Pinto a través de los sentimientos», señala Carmen Ramos, que desde este viernes y hasta el 8 de enero expone Emoción / Instruir Instruir / Emoción en Salamanca Matiz de 17.00 a las 21.00 horas
Serena y ligeramente agotada. Normal, ha concluido la exposición más importante de las que ha realizado y ahora la muestra al público. Asegura que cuando pinta, no existe el tiempo y que en estos cuadros ha puesto el alma.
¿Qué quiere transmitir con ese título?
Fue una tarea muy difícil, porque quería encontrar un título idóneo que justificara el significado exacto de mi pintura. Me di cuenta que trataba de incluir siempre la palabra sentimiento, es una emoción que hace sentir. Y así encontré la respuesta: ‘Emocionar’, es decir, trataba de expresar mis emociones al visitante de la exposición. Pero me faltaba algo, no era suficiente la simbiosis entre pintura y sentimiento, ambas en mí van de la mano, pero sin intención de elaborar obras para engrandecer mi ego, quería representar a través de ellas un aprendizaje, dar a conocer una información o análisis explicativo e instructivo sobre cada cuadro. Y así surgió: ‘Instruir’.
¿Se ha ‘desnudado’ mucho en sus obras?
La obra refleja mis sentimientos interiores y esenciales dentro del análisis y composición de mi obra, de mi verdad, de mi coherencia por ser yo misma trabajando día a día, esfuerzo a esfuerzo y poco a poco superación tras superación. Cuando pones el alma en un cuadro, expresas más y el visitante lo ve y lo siente.
Además de sus propios sentimientos, ¿ha tenido otras ‘musas’?
Sí, le tengo que dar las gracias a los que me rodean y me hacen partícipes de sus vidas, para poder plasmarlas en mi pintura.
¿Qué objetivo ha perseguido con esta exposición?
El objetivo final es añadir fuerza y dimensión a mi vida, atmósfera familiar que matiza el vivir agridulce, porque son testimonios de ese vivir que a fuerza de belleza no llega por lo general al espectador desde este punto de vista.
Por curiosidad. ¿Cuántas horas les ha dedicado?
Todas las del mundo. He dormido cuatro horas, pero lo cierto es que no estoy cansada, porque hago lo que me gusta y las horas pasaban volando. No te pesa el cuerpo.
¿Qué escucha cuando pinta?
Música relajada, tranquila…