Qué se puede decir cuando un equipo que hace tres meses jugaba contra el líder para arrebatarle el primer puesto de la tabla en la actualidad ha cogido la directa hacia abajo y ya huele el peligro.
Qué se puede decir de un equipo que desde el 31 de octubre ha disputado doce partidos y ha sumado siete puntos. Ha pasado de mandar en la tabla a quedarse a cuatro del play off de descenso, de la declaración de ruina.
Qué se puede decir de un equipo que en estas circunstancias recibe a un rival metido en puestos de descenso y recibe una goleada de escándalo.
Pues, que empieza a tenerlo crudo cuando todos los rivales le vienen grandes y no sabe por dónde hincarles el diente.
Eso es lo que le ha pasado al Guijuelo, que sigue sin levantar cabeza. Este domingo el Valladolid B ha aprovechado su estado catatónico para salir de los puestos de descenso tras golearlo sin piedad en El Municipal (1-4).
Los chacineros ni estaban ni se les esperaba. Empezaron a pedir la hora a partir del minuto veinte, cuando ya le habían caído tres goles como tres soles (José en dos ocasiones y Calle, de penalti).
El Guijuelo, maniatado, sin ideas, sin pólvora (algo indispensable para que, al menos, llegue a mojarse), sin ganas de ná, como diría aquel.
Y así van pasando las jornadas, y va cayendo la renta tan primorosamente acumulada en los dos primeros meses de competición, ahora un espejismo.
Renzo puso el 0-4 en el minuto 55 cuando consideró oportuno darle la puntilla a los guijuelenses, que se pasaron el primer tiempo sin disparar a puerta y solo tuvieron una ocasión clara en el penalti cometido en el 75 sobre Luque que Aitor Aspas falló (o se lo paró el portero), pero De la Nava aprovechó el rechace para marcar el gol del honor.
En estas circunstancias, el Guijuelo se enfrenta la próxima jornada a la Cultural Leonesa, quinto en la tabla. Qué se puede decir.
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