[dropcap]O[/dropcap]tra mujer asesinada por violencia de género que, desgraciadamente, se une a las 15 asesinadas en los que va de año en toda España. La víctima recibió varias puñaladas presuntamente a manos de su expareja. En este caso no se puede argumentar, como en otros, que no se conocían denuncias previas, todo lo contrario, ella buscó ayuda y se atrevió a dar el paso de la denuncia para que la protegieran, tanto la policía como la justicia. El juzgado de familia impuso medidas de alejamiento a su expareja que finalizaron el año pasado, pero que inexplicablemente no se prorrogaron, cuando el perfil de la mayoría de agresores nos demuestra que siguen obsesionados con sus parejas, persiguiéndolas permanentemente. La prohibición de acercamiento del agresor a la víctima, si bien es importante, no es suficiente si no va acompañada por otras medidas.
Son muchas las preguntas que nos hacemos en torno a este nuevo asesinato. ¿Qué mecanismos y protocolos se han empleado para la protección de la víctima? ¿Por qué no se consideraba a la víctima como de alto riesgo? ¿Dónde se rompió la cadena de protección? ¿A quién hay que pedir responsabilidades? Es evidente que algo ha fallado, tanto en la protección de la víctima como en la valoración de riesgo; resulta indignante que a pesar de denunciar no se haya conseguido salvar su vida. La Ley Orgánica de Protección Integral de Medidas contra la Violencia de Género se desarrolló para proteger a las mujeres y darles cobertura, pero de nada nos sirve hacer leyes si luego no se cumplen o las aplicamos mal.
[pull_quote_left]¿Por qué no se consideraba a la víctima como de alto riesgo? ¿Dónde se rompió la cadena de protección? ¿A quién hay que pedir responsabilidades?[/pull_quote_left]En la legislatura gobernada por el Partido Popular la lucha contra la violencia de género ha sufrido un retroceso muy importante. Se ha recortado el 22% de las partidas destinadas a este fin, a pesar de seguir aumentando el número de mujeres asesinadas. La falta de compromiso político y presupuestario dificulta abordar con la eficacia y profesionalidad que se requiere la violencia de género. Por lo tanto, es indispensable invertir en educación y prevención, e incidir en una buena coordinación de los sistemas de protección, imprescindibles para eliminar esta lacra de la sociedad actual.
No vale tranquilizar conciencias con momentos de silencios en Plazas y Ayuntamientos de las ciudades, pues, si bien el acto es en principio válido no es suficiente, porque en la mayoría de los casos solo sirve para “postureo” de algunos cargos institucionales.
Conocemos el diagnóstico del problema pero fallamos en las medidas que tenemos que aplicar. Si no aportamos soluciones y medios lo único que hacemos es desviar la atención del verdadero alcance del problema de la violencia de género. La realidad es que las mujeres siguen viviendo en riesgo, y que los fallos en los sistemas de protección permiten que las víctimas sigan desamparadas ante sus asesinos. El machismo sigue matando, mujeres de todas las edades, niveles económicos, profesiones, religiones y colores.
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1 comentario en «El machismo sigue matando»
Quiero aportar mi ayuda a que el problema se visibilice por completo. Este comienzo «Otra mujer asesinada por violencia de género que, desgraciadamente, se une a las 15 asesinadas en los que va de año en toda España. La víctima recibió varias puñaladas presuntamente a manos de su expareja.»
La forma pasiva «asesinada» «apuñalada» deja fuera de la ecuación a la parte más importante, a quien sin su crimen, tal hecho no existiría: el hombre, el asesino, el que apuñaló.
No es que a una mujer la maten o haya muerto, es que un hombre ha matado. El problema de la violencia de género es que es de un género, el masculino, un género que maltrata y asesina pero que desparece del foco de atención.
Por favor, personas que trabajáis en medios de comunicación, sed realistas y haced honor a la verdad: ¡Los hombres están asesinando, los hombres están asesinando!, hay que exigir que les paren los pies, no que ellas dejen de morir-se.