El sueño del ascenso del Guijuelo a Segunda División se ha roto este domingo en el estado municipal de Butarque. El Leganés, con muy poco más que los chacineros, y mucha complicidad arbitral, ha dejado en tierra al Guijuelo, que ve cómo se marcha el tren del ascenso.
Un solitario gol de Carlos Álvarez en el minuto 53 ha dejado a los chacineros sin opciones de pasar a la segunda ronda de la promoción para el ascenso a Segunda. Un gol marcado en una jugada que se produjo justo después de que el árbitro le birlara un penalti claro al Guijuelo, que pudo suponer un punto de inflexión en el devenir del partido y de la eliminatoria.
Antes de ese momento, el Guijuelo es el que había mostrado algo más de soltura, ante un Leganés reservón y casi temeroso, que daba por bueno el empate, la prórroga y los penaltis.
El Guijuelo estaba serio y con buenas sensaciones, pero tampoco era capaz de generar peligro. No se sentía amenazado por su rival, pero tampoco podía hacerle daño.
Con el mismo tono se reanudó el encuentro, hasta que se produjo la polémica jugada en el área del Leganés en la que el árbitro hizo la vista gorda. En la jugada siguiente el Lega se adelantó y a partir de ahí llegaron las prisas, los agobios y las ocasiones en contra que genera la ambición y la necesidad de apurar para igualar el partido.
El Leganés no quería más y el Guijuelo no encontraba el modo de meter el gol que le daría el pase a la siguiente ronda.
Entre eso y la decisión arbitral, el Guijuelo había quedado sentenciado.