El presunto responsable de la trama Gürtel, Francisco Correa, ha reconocido la financiación irregular del Partido Popular en varias localidades, el pago de dinero y comisiones «en sobres» a políticos y regalos a políticos como a los exconsejeros de Madrid Alberto López Viejo y Alberto López Viejo, y Jesús Sepúlveda, exmarido de Ana Mato. Además, ha situado su centro de operaciones en la sede central del PP en la etapa de Aznar, ya que cuando Mariano Rajoy accedió a la presidencia del partido desplazó su actividad a Valencia.
El presunto ‘cerebro’ de la trama de corrupción manifestó durante el interrogatorio que «yo estaba más tiempo en Génova que en mi propio despacho. Cuando no era una campaña electoral era un congreso. Era mi casa».
Correa reconoció durante su declaración que «algunos empresarios» pagaban comisiones por conseguir contratos públicos que revertían en el PP.
Dijo que su relación con Génova acabó en «2004 o 2005, trabajábamos con todo el equipo de Aznar y nombran presidente del partido a Mariano Rajoy» y que después «iniciamos una actividad con Valencia con Paco Camps, pero no con Génova».
Sobre las adjudicaciones por las que cobraba comisiones, señaló que «eran carreteras, autopistas, obras del AVE, de medio ambiente, diferentes obras. Le daba el dinero a Luis Bárcenas pero creo recordar que se hacía un reparto».
Habitualmente entregaba el dinero a Luis Bárcenas: «No sé la cantidad de dinero exacta que he llevado al PP correspondiente a gestionar obras. Pueden ser mil, o más, o menos, no lo tengo contabilizado y es una forma de hablar. A veces lo entregaba en Génova y a veces en su casa», declaró. «Yo siempre le he entregado el dinero a Luis Bárcenas», negando haber pagado directamente por ejemplo al exdiputado Jesús Merino.
Respecto al amaño de contratos en Castilla y León explicó que «se hacía alguna gestión para procurar la adjudicación. Era la práctica habitual». Afirmó que no intervino en varias adjudicaciones públicas de Castilla y León investigadas en la causa.