Las Siervas: 50 años siendo la cantera del balonmano femenino

[dropcap]H[/dropcap]ace cincuenta año, uno más o uno menos, el patio del pozo, como se le conoce en las Siervas de San José al magnífico claustro Renacentista, unas estudiantes alentadas por Pili Toro, Salud Parada, Vicente y Yuste, comenzaron a jugar al balonmano y desde entonces hasta hoy, las Siervas de San José es un referente en este deporte en la ciudad y hace dos décadas, también lo fue en Castilla y León y en España.

Este sábado se han reunido ex jugadoras de todas las décadas para recordar el colegio, el balonmano, a sus entrenadores y pasar una mañana divertida. Este acto, se enmarca dentro del centenario del colegio Siervas de San José.

Hasta el centro se acercaron Marisa, Patricia, Marta, Eugenia, María Ángeles y Carmen. Nada más verse se abrazan. Marisa pregunta si han traído chándal, responden que no. «Pues es una pena, porque me apetecía jugar un poco».

Risas y más risas, hace casi 50 años, estas mujeres fueron campeonas de balonmano de Salamanca. «Incluso fuimos a Madrid, donde nos pegaron una paliza increíble. Creo que perdimos de 29 goles», recuerda Marisa y enseguida se oye un voz que dice: «De ese viaje, solo recuerdo la tortilla que nos comimos en Atocha». Carcajada general.

En la década de los setenta, por allí entrenó Javier y Chuchi, entre otros. La presidenta del club de Balonmano Ciudad de Salamanca, Sonia de Miguel, fue una de las jugadoras de esos años. «Nos lo pasábamos bien». Su amor por este deporte se lo inculcó a su hija Marina, que fue monitora del colegio ya en el siglo XXI y a su hijo Jorge, que forma parte de la selección de Castilla y León de balonmano. Los tres conocieron el balonmano en los patios de las Siervas.

Los ochenta y noventa tienen un nombre propio: Jenaro Félix Baz. Llegó a las Siervas a finales de los ochenta y continúa allí. Maite Vaquero fue de la primera promoción que entrenó. Es licenciada en Educación Física y monitora de balonmano. «Es un deporte que ayuda a convivir en equipo».

Por las manos de Jenaro Félix, durante más de una década seleccionador nacional, han pasado las mejores jugadoras de balonmano de Salamanca. Y algunas de ellas, se han reencontrado con su primer entrenador y con el patio de su colegio este sábado. «En Salamanca, el balonmano femenino no se entiende sin las Siervas», explica Jenaro Félix.

Allí estaban Laura Velasco, Paula Lorenzo, Carmen Gómez, Virginia Martín,… Ellas y sus compañeras consiguieron ser campeonas de Castilla y León en cinco ocasiones y subcampeonas de España. Por supuesto, barrían, literalmente, en Salamanca.  «Han sido las mejores. No hemos vuelto a tener un equipo tan completo en Salamanca», señala Jenaro Félix.

Las jugadoras de Jenaro Félix le devuelven el cumplido. «He sido entrenadora y cada vez que iba a otra ciudad y le decía que era de Salamanca, me decían: el balonmano femenino en España, solo tenía un nombre: el del salmantino Jenaro Félix«, explica Carmen Gómez.

Otra de las pupilas de

Félix, María, también vistió la camiseta de la selección de Castilla y León. Lo curioso de María es que su madre, Margarita Vicente, también alumna de las Siervas, fue la primera salmantina en jugar en la Selección Española. María tiene tres hijos, Julio, Pablo y Manuela. «Espero que jueguen al balonmano, al menos Julio tiene ganas, Manuela es muy pequeña todavía, sólo tienen un año».

Preguntamos qué ha significado para las ex jugadoras el balonmano y casi todas, incluso un ex balonmanista, reconocen que les ha dado mucho: viajes, compañerismo, confianza, entrega, sacrificio, concentraciones, partidos, entrenamientos,…

El broche de oro de este homenaje fue un partido de balonmano, ‘arbitrado’ y ‘entrenado’ por Jenaro Félix, en el patio del colegio donde se enfrentaron las de más de veinte contra las de menos. Laura Rodero estudia 4º de la ESO en las Siervas y comenta emocionada que ha sido «estupendo. Son súper buenas. Tenían que ser estupendas cuando eran mi edad. Además, se lo han tomado muy en serio. Nos ha gustado mucho este encuentro y el partido que se ha jugado en el patio, no en un pabellón».

El relato emocionado de las mejores jugadas de esta sábado y de otros tantos sábados que han pasado por la vida de estas jugadoras en canchas y pabellones de balonmano, se recordó en el patio del pozo con un refresco de la mano. Muchos niños, pequeños casi todos, ya hijos de las que en su día llevaron con orgullo el nombre de Siervas y de Salamanca por media España. Y todas, alrededor de Jenaro Félix.