Si Alfred Hitchcock viviera, podría haberse inspirado para su mítica película ‘Los Pájaros’ en la plaza del Oeste, que estos días la pueblan mil grullas. Eso sí, la apuesta hubiera sido osada, porque pasaría de los cuervos negros a las grullas de colores y esto podría haber sido un salto demasiado arriesgado para el director británico
Bromas cinéfilas al margen, lo cierto es que la plaza del Oeste se ha poblado de grullas de origami que vuelan al son del viento en esta singular y siempre original plaza.
Las grullas simbolizan la paz desde que Sadoko Sasaki, una niña japonesa que vivió entre 1943 y 1955, y que cumplió la leyenda nipona que asegura que si elaboras 1.000 grullas de papel, se te concede un deseo, ella deseó curarse de su enfermedad producida por la radiación de la bomba atómica.
No sabemos el deseo que ha pedido Rosa M. Domínguez, autora de esta singular obra que se puede apreciar en la Plaza del Oeste, pero sí que esta tarde a las 19.00 horas se inaugura esta atractiva propuesta de arte.