El Gobierno da por desmantelada la célula terrorista y los Mossos no

Juan Ignacio Zoido presidió este sábado la mesa de valoración de la amenaza terrorista.
  • La policía autonómica busca a dos integrantes más del grupo que atentó en Barcelona y Cambrils
  • El imán de Ripoll podría ser el cabecilla de la célula

 

El Gobierno da por desmantelada la célula terrorista que atentó esta semana en Barcelona y Cambrils, dejando un reguero de 14 muertos y un centenar de heridos. Los Mossos creen que es precipitado dar por desmantelado el grupo y aún busca a dos o tres integrantes más, entre ellos el conductor de la furgoneta del atropello múltiple en Barcelona.

 

El Gobierno ha decidido este sábado mantener el nivel de alerta 4 de emergencia terrorista, al no detectar los máximos expertos riesgo inminente de un nuevo atentado, al mismo tiempo que el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, da por desarticulada la célula que atentó en Barcelona y Cambrils y ha anunciado un refuerzo de las medidas de seguridad en zonas de gran afluencia y las más turísticas.

Sin embargo, el conseller de Interior, Joaquim Forn, dijo que «no quiero contradecir al ministro Zoido ni mucho menos, pero esta es una investigación que se está llevando a cabo desde los Mossos d’Esquadra» y hay varias líneas de investigación, así como actuaciones que no se dan por terminadas.

Añadió que los Mossos d’Esquadra están buscando a «dos o tres personas» relacionadas con los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona) por su presunta vinculación con los hechos.

Los Mossos consideran que la célula estaba integrada al menos por 12 terroristas: 5 abatidos por la Policía, 4 detenidos, dos fallecidos en la explosión y uno huido, presumiblemente el conductor de la furgoneta mortal. Los investigadores consideran que la célula preparaba una serie de atentados en furgonetas-bomba.

La investigación se centra en una célula yihadista radicalizada en Ripoll que habría acelerado los atentados al frustrarse, por una explosión fortuita ocurrida el miércoles por la noche en Alcanar (Tarragona). Su intención era la de estrellar un camión o varias furgonetas cargadas de explosivos en distintos puntos de la ciudad condal.

El temor a ser descubiertos tras la explosión de los artefactos de gas butano que manipulaban habría precipitado el ataque por el sistema del atropello y los acuchillamientos. Sin embargo, nadie había reparado ni en la cantidad de butano que acumulaban en esa casa ni se investigó lo suficiente la explosión tras producirse.

El registro de su vivienda se produce ante las sospechas de que el imán podría mantener algún tipo de vinculación con los terroristas. El imán le dijo a su compañero de piso que se marchaba de vacaciones a Marruecos con su mujer e hijos.

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