La sede del PSOE en San Blas estaba abarrotada para ser un jueves de verano por la tarde. Los militantes y simpatizantes habían acudido para ver y oír al candidato a la secretaría general del partido Eduardo Madina, que estaba de visita en Salamanca para recabar apoyos.
Pablos se reconoció entregado a la causa y prefirió dejar de hablar de él para no ponerse “empalagoso” durante las presentaciones. Previamente Madina había hablado con la prensa.
Madina, que vestía una de sus camisas estilo ‘Podemos’ que luce últimamente, llegó dispuesto a lanzar el mensaje de que el próximo congreso del 26 de julio “es el más importante de la historia” de un partido centenario como el socialista, y un congreso que “es de los militantes más que nunca”, porque podrán votar para elegir a su secretario general por primera vez.
El candidato a asumir el liderazgo del PSOE aseguró que el país “requiere un partido socialista fuerte, unido, con un proyecto renovado y creíble”.
Cambio profundo
Tras las últimas catástrofes electorales el partido se encuentra ante un momento en que él personalmente considera que ha tenido que dar un paso adelante para aspirar a la secretaría general. “Costó tiempo, pero la decisión se tomó”, dijo.
Mostró su sorpresa por el anuncio realizado este jueves por Rubalcaba, que en septiembre abandona la política para volver a sus clases en la universidad y expresó su “respeto personal” por él y “la consideración por su trabajo de los últimos dos años y medio”.
Madina considera que el mensaje de renovación del PSOE, con su presumible giro a la izquierda y con la apertura del partido a las bases “está calando. Es el tiempo de la participación y cambio para un país que no va bien en libertades, economía y empleo”, comentó.
En estos momentos “se requiere un PSOE más fuerte y unido para cambiar un país que lo necesita”, remachó. “Es posible construir un proyecto de cambio y profundo, y el PSOE puede hacerlo”, concluyó.