Las nuevas generaciones que han desertado a la música con Spotify en ebullición quizá desconozcan qué es un disco de vinilo y si lo saben no despierta en ellos el más mínimo interés. Era cuando la música se podía tocar y algunas portadas de los discos eran de culto. Una feria revive esas experiencias este fin de semana en Salamanca. Para nostálgicos y coleccionistas de discos de culto.
La Feria de Discos y Cine ha recalado en Salamanca. Esta feria, que en sus 25 años ha pasado por diversas ciudades de la península, se ha desplegado este fin de semana en la ciudad del Tormes.
La organización asegura que ha conseguido reunir a los mejores expositores nacionales y extranjeros que han traído sus mejores discos y excelentes ofertas.
A pesar de la crisis que el sector discográfico viene arrastrando desde hace tiempo, además de la crisis económica general, las ferias reafirman su fuerza, y esta feria se ha convertido en la alternativa a las grandes superficies, “ya que brindamos la oportunidad de encontrar el material que no está al alcance en los sitios de compra habituales. Hemos demostrado que el público en general, al margen de gustos y edad, está interesado en el coleccionismo tanto discográfico como cinematográfico, hecho que queda demostrado por las más de 500.000 personas que se acercaron a nuestras ferias durante el pasado año en las más de 20 ferias realizadas en las ciudades más importantes de la península”, indica la organización.
Con la irrupción del Compact Disc en 1992 muchos pensaron que el vinilo como parte de la historia de la música estaba en peligro, pero el tiempo ha demostrado que no ha desaparecido pese a las impresionantes innovaciones tecnológicas para almacenar y reproducir música. “Cada vez más, nuestro público nos demanda este tipo de producto. No podemos olvidar que con el vinilo se han transmitido las músicas más importantes de este siglo y que todavía hoy, hay cientos de miles de canciones y grabaciones que no se han editado en CD, por lo que el público tiene que seguir accediendo al vinilo como único medio posible de encontrar esa pieza, al margen, claro está, de la estética romántica del vinilo o el placer de poseer una pieza original”, indica la organización del evento en Vialia.