El centro municipal Julián Sánchez El Charro acoge actualmente la exposición Medallas de Oro Ciudad de Salamanca 2017, el debut expositivo de uno de los jóvenes talentos de la fotografía salmantina, Alejandro López. Además de ser reportero gráfico, Alejandro López disfruta haciendo fotografías de dos de sus pasiones, el club de baloncesto Perfumerías Avenida y la Semana Santa. Pasiones que, este año, se han llevado la Medalla de Oro que otorga la ciudad de Salamanca.
Aprovechando este hecho, Alejandro López fue invitado a organizar su primera exposición, que consta de 32 imágenes. Desde el primer momento, el artista afirma que intentó dar un toque diferente a las fotos, fijándose en detalles que otros no veían y creando así un estilo propio indiscutible que le ha llevado a ser uno de los reporteros más reconocidos.
¿Cuándo decidiste hacer esta exposición?
Era algo que ya veníamos hablando desde hace tiempo y, un día, preguntando en el Ayuntamiento, la concejala de Ciudadanos, Ana Suárez, dijo que si algún día quería exponer me pusiese en contacto con ella. Hablando con el jefe de prensa del Avenida, se nos ocurrió hacer una exposición fotográfica sobre el equipo. Nos pusimos en contacto con la concejala y nos dijo que el mejor lugar era el Charro pero había una espera de un año y medio, pero, dado que les daban la Medalla de Oro de la ciudad, se podía intentar adelantarlo.
Entonces caímos en la cuenta de que también se la daban a la Semana Santa y ambas son las dos cosas de las que más tengo fotos. A partir de ahí todo fue para delante.
La Semana Santa y el equipo Perfumerías Avenida son dos de tus pasiones.
Sí. Fotográficamente son lo más importante para mí porque estrené mi primera cámara un Domingo de Ramos y mi primera experiencia profesional fue en una pista de baloncesto cubriendo una copa del Avenida en Torrejón. A base de Semana Santa y, sobre todo, de ir al baloncesto, de colaborar con el Avenida y con varias páginas, me he ido profesionalizando en lo que me sacaba el título. Al final, he acabado consiguiendo trabajo gracias al haber empezado ahí.
¿Crees que son temas fáciles de fotografiar?
No. Ni lo uno ni lo otro. El baloncesto es mucho movimiento y hay que saber congelarlo, sacar la jugada, no llegar tarde a ningún balón y estar siempre atento porque nunca sabes cuándo puede surgir una foto. Y en Semana Santa igual. Parece más lento, pero también tiene su complejidad porque son muchos elementos a tener en cuenta y lo único que controlas tú es la cámara. Todo lo demás, no sabes cómo va a ser en ningún momento.
¿Qué criterio has seguido para escoger las imágenes?
Cuando me aprobaron la exposición ya tenían pensadas varias fotos, básicamente por momentos que a mí me habían gustado, que me habían parecido fotos bastante buenas o que eran buenos recuerdos para mí. Me he ido guiando por recuerdos, jugadoras que han sido importantes en la historia del club… En Semana Santa he buscado más estilo propio, más detalles, cosas que no se hayan visto, que no se suelen sacar.
No ha sido fácil, porque son muchas fotos y ha sido difícil desprenderse de algunas, pero siempre hay tiempo para hacer una exposición más adelante solo de Avenida o de Semana Santa y poner las que no han podido entrar.
¿Qué foto destacarías?
Quedarse con un recuerdo es bastante complicado… De Avenida me quedaría con la de Torrejón 2014 en la que Marta Xargay y otra jugadora agarran la copa como si fuese un bebé, porque es la primera foto buena que tengo. De Semana Santa… quizás algún detalle. Hay una que le está gustando mucho a la gente, que son unos zapatos con un crucifijo en medio, que está bastante bien, y otra de la salida del Rescatado, que es de espaldas y parece un plano cinematográfico.
Si a alguien le gusta mucho una foto expuesta, ¿la puede conseguir?
Las fotografías están a la venta para el que esté interesado. Cuando acabemos la exposición y las recojamos, todo el que esté interesado se puede poner en contacto conmigo y ya negociaremos el precio.
Ya ha habido gente que le ha echado el ojo a alguna fotografía, de algún familiar o algún amigo, y puede que me escriban.
¿Crees que se les dan oportunidades a los jóvenes talentos de Salamanca?
Depende. En mi caso, yo tenía, por así decirlo, contactos. Ya tenía un pequeño hueco hecho. Al final, la clave está en intentar destacar desde el primer día, tener un estilo propio y saber tragar. El que quiera tener una oportunidad y tener un hueco aquí, va a tener que armarse de paciencia y, sobre todo, de creer en lo que hace y amar lo que hace, que es lo más importante de todo.
¿Cuál es tu estilo propio?
Desde que empecé en esto siempre he intentado dar un toque más diferente, más personal, quizás una mirada más profunda, intentar ver cosas que a los demás se les pueden escapar o pueden pasar desapercibidas. Sin olvidar, eso sí, la foto más clásica e ilustrativa. Por mi trabajo en prensa tengo que hacer las dos cosas. Pero sí que me gusta dar un toque distinto, fijarme en detalles.
¿Cuándo decidiste que querías ser fotógrafo?
Segundo de bachillerato fue un año bastante duro en lo familiar y en lo académico. En septiembre, cuando aprobé, probé lo de la imagen y me acabó gustando. Llevaba cierta ventaja en ese aspecto por la gente que conocía en el baloncesto y acabé encontrando trabajo por esa vía. En 2012 no sabía ni hacer una triste foto.
¿Cuál es tu meta para el futuro?
Yo creo que mi meta es seguir aprendiendo, seguir teniendo un estilo personal, seguir afianzando mi manera de hacer fotos y lo que tenga que venir, vendrá. Lo importante, tal y como está la situación ahora mismo, es ir día a día y no ponerse metas muy lejanas.
¿Crees que se reconoce el trabajo de los fotógrafos?
Bueno… Quizás no lo suficiente. El trabajo de un fotógrafo nunca va a estar bien pagado y siempre va a hacer más de lo que le corresponde. Un fotógrafo se tiene que valorar a sí mismo porque los demás, sobre todo en un trabajo como la prensa donde hay mucha competencia, no lo van a hacer.
