Nos encontramos con él en una cafetería de la avenida de Portugal, muy próxima a su domicilio, porque vive y se siente del barrio de Pizarrales, donde hace «vida normal» y le gusta. Con él charlamos de los retos a los que se enfrenta con el VIII Centenario, de los talentos que hay desperdigados por el mundo, artísticos y científicos, y de lo que le gustan los grafitis, «tenemos que involucrar a la Universidad con el barrio del Oeste».
Imaginemos. Tiene ocasión de hablar con Alfonso IX de León. ¿Qué le diría de sus ‘Scholas salmanticae’. Esas que fundó hace 800 años?
(Sonrisa) Si tuviera esa oportunidad, le agradecería la feliz decisión de fundar, precisamente en esta tierra de Salamanca, el estudio. Ochocientos años después, lo acompañaría a recorrer los distintos campus, ver cómo aprenden los estudiantes, cómo se imparten las lecciones, cómo funcionan los laboratorios,… que pudiera disfrutar con el resultado de su creación.
En su presentación como candidato a rector dijo que uniría Salamanca con la Universidad. ¿Por qué cree que llevan 800 años conviviendo en el mismo espacio pero en líneas paralelas?
Creo que existen bastantes relaciones entre la ciudad y la Universidad, pero en ocasiones puede percibirse algún distanciamiento entre actividades académicas y necesidades urbanas. La Universidad debe participar mucho más activamente en el diseño y futuro de la ciudad y sus grupos de investigación, sus profesores y sus investigadores aportar todos los conocimientos de los que disponen para contribuir al desarrollo de Salamanca. Y, también la sociedad de Salamanca, como en el resto de los campus, no sólo el nuestro, debería ser invitada, de forma más decidida a participar en los acontecimientos universitarios.
Ese es uno de los retos.
Sin duda.
¿El VIII Centenario puede ayudar a que los salmantinos se involucren, como ocurrió en el 2002?
La ciudad va comprendiendo el alcance del acontecimiento, pero la Universidad tiene por delante el reto de abrir la conmemoración, visibilizar mucho más las actividades programadas y no limitarse a expresarse en congresos o comunidades científicas la celebración, sino demostrar lo importante que es el estudio para la ciudad y nuestra imagen como lugar de conocimiento y saberes. Toda la ciudadanía se debe sentir copartícipe de la celebración. Tenemos que tomar medidas pronto en este sentido.
Hace 70 ó 80 años era frecuente que los docentes de la Universidad tuvieran una voz crítica en los medios de comunicación. Fueran altavoces o líderes de opinión. ¿Cree que está faltando esa cercanía en los periódicos?
Muchos compañeros/as colaboran de manera regular con los medios de comunicación, con artículos en sus distintas especialidades, y de forma crítica, tanto en los medios locales, regionales o nacionales se pueden encontrar aportaciones en este sentido. Leo todos los días ocho periódicos y muchas veces encuentro artículos de nuestros profesores. Pero, la voz crítica de la Universidad debería escucharse mucho más y consultarse mucho más. Todo lo que podamos hacer para incrementar y colaborar con los medios de comunicación, con artículos de opinión, hay que propiciarlo. Yo mismo he colaborado con medios durante 15 años, con artículos de opinión con una perspectiva muy crítica, eso se puede constatar y cada vez que un medio me pide una aportación he escrito o me he pronunciado.
También puede ser al contrario, nosotros no se lo pedimos.
Sí, lo hacéis. Si no se hace más es porque quizá no tenéis el mapa de las personas que podrían hacerlo. A mí, hay veces que me habéis llamado, tanto con los que he colaborado y sigo colaborando, cuando me lo han pedido, y me han preguntado por profesores que sean especialistas en determinados temas y los he orientado hacia los expertos. Es importante que se conozca todo el saber y las capacidades que hay en la Universidad en este sentido, que son muchas.
Los de ciencias andan un poco preocupados porque usted es de Derecho. Tranquilícelos.
Soy investigador principal de un proyecto estatal; director de un grupo de investigación,… por lo que conozco y sufro toda la problemática de la gestión de la investigación a nivel de Universidad y de convocatorias regionales, nacionales, europeas,… Creo en la investigación como servicio público básico y además, siento un profundo respeto y una gran admiración por el trabajo científico. Buena parte de mis lecturas están orientadas a los descubrimientos y avances de la ciencia. Me considero un académico muy sensible hacía el trabajo en las áreas de ciencias, en la investigación básica y aplicada y en la trasferencia de conocimientos. En el momento en el que se conoce este perfil mío de investigador, se salvan los reparos.
Durante esta última década, por no irnos más atrás, la Universidad ha formado científicos que ahora están en laboratorios muy prestigiosos o en Universidades Internacionales. ¿Tiene algún programa para que vuelvan porque quizá ellos traerían a sus propio equipo y con ello financiación, ya que aportarían su gran currículum?
La recuperación y captación de talento es absolutamente necesaria. Para ello, aprovecharemos las oportunidades que ofrecen los programas nacionales y convocatorias europeas, pero también vamos a impulsar la renovación de la plantilla con la rotación de un número muy importante de profesores.
¿Podrían optar todas estas personas que se han ido?
Por supuesto. Los baremos van a estar pensados para captación y retención de talentos.
Y siguiendo con la plantilla. Desde el 2011 no hay una renovación. ¿Qué tiene pensado?
Cuando hablaba de dotar plazas de contratados pre y post doctoral y ayudante de doctor estaba pensado en esos perfiles de brillantes talentos que han tenido que salir fuera de Salamanca por falta de oportunidades. Hay que recuperar esas oportunidades, porque las plazas no se van a convocar solo en función de necesidades docentes, sino también investigadoras.
Usted formará parte de la Crue -Confederación de Rectores de las Universidades Españolas- ¿pueden pedirle al Gobierno que dé un poco más de dinero para las políticas de I+D+i? Más que nada porque todos los países que invierten en investigación son más desarrollados.
Sí. Hay una correlación entre el desarrollo económico e inversión en I+D+i. Voy a ir a la Crue a escuchar y aprender. Me adheriré a toda propuesta de la Crue en defensa de la investigación, de la Universidad Pública y del incremento para los fondos en investigación que son absolutamente necesarios.
Talentos como Araceli Mangas o Jesús San Miguel se fueron. ¿Se pueden recuperar?
Admiro mucho a los dos. Ella fue profesora mía, la próxima semana dará una conferencia en Salamanca. Sigue sintiéndose profesora de este estudio salmantino y debemos agradecérselo. Su proyección es nacional e internacional. Sería un honor que algún día regresara a su Universidad, que siempre lo ha sido. Creo que Jesús San Miguel, a quién también admiro profundamente, se siente aún investigador y profesor de la Universidad de Salamanca. Tiene unas condiciones muy buenas para desarrollar su actividad en la hematología, en Navarra, y supongo que también tomó su decisión por razones personales, pero si él quisiera en algún momento volver a su Universidad, lo recibiríamos con los brazos abiertos y agradecidísimos con su retorno. Son dos de los mejores talentos que ha tenido esta Universidad.
Seguimos con talentos. Ahora, en Bellas Artes, donde se han formado grandes artistas como David Aja, Chechu Álava, Ricardo Flecha o Esperanza Zabala, por citarle algunos de los que aparecen en Wikipedia. ¿Tiene pensado traerlos para que expongan en Salamanca?
Deberíamos de intentarlo. La Facultad de Bellas Artes es uno de nuestros grandes activos. Es extraordinaria y se han formado grandes talentos. Debemos intentar que sientan su alma mater. Estoy trabajando mano a mano con Enrique Cabero para ello.