Dicen un dicho que hasta el rabo, todo es todo. Pues eso. Que hasta que no suena la bocina, el partido no concluye. Las jugadoras del Perfumerías Avenida superaron la primera mitad, donde las vascas iban por delante, y al final, el marcador… demoledor, 18 puntos por encima.
No hacía falta ser adivino para saber que Perfumerías Avenida no iba a tener mucho ritmo desde el comienzo. Sin entreno y casi recién aterrizadas, las azulonas no encontraban en el inicio facilidad ofensiva, en absoluto y sólo los errores visitantes en el lanzamiento permitían mantener el choque igualado.
Empezó a desnivelarse la balanza a medida que Weaver comenzó su particular show en ataque. Ninguna jugadora perfumera parecía entender cómo defender a la americana y las gipuzkonas comenzaban a tomar cierta renta en el choque. Tras diez minutos, en Würzburg no se veía ninguna fluidez de las de casa y sí mucha concentración y saber hacer en las visitantes, 13-19.
La cosa no mejoraba, ni mucho menos. Los instantes más críticos de Avenida coincidían con el inicio de segundo parcial. A Weaver se añadía Brkic, dando un recital de penetraciones y las azulonas se veían desbordadas y, sobre todo, sin ninguna idea en ataque. La alarma ya era naranja cuando las donostiarras se pusieron once arriba, 23-34.
La reacción no se hizo esperar y se consumó cuando Avenida se volvió a parecer a Avenida. Eso se hace desde la defensa, el nivel de intensidad subió varios, muchos, puntos hasta incluso cortocircuitar la salida de bolas de IDK, que ya no veía aro con tanta fluidez. Los primeros triples de Moss y Asurmendi conseguían cerrar la brecha y volver a situar a las charras con el mando, exiguo en el choque. El partido ya era otro al descanso, con 36-37.
Lo mejor estaba por llegar. Tras el vestuario, el conjunto salmantino mostró su mejor versión, haciendo uno de los mejores cuartos de la temporada. Por si eso fuera poco, el dinamismo y el movimiento de balón era rápido y certero, encontrando las mejores posiciones e IDK no llegaba a las ayudas. Un cuarto casi perfecto que terminaba, prácticamente, por resolver el duelo a falta de diez minutos, 59-43.
Había que poner la rúbrica, frenar el ímpetu gipuzkoano y Avenida supo controlar el tempo y el momento del partido prácticamente hasta el final. Robinson, Gil o Quevedo se añadieron a la fiesta en ataque sin perder de vista la asfixia defensiva y sólo las interrupciones por faltas cortaban el ritmo.
La victoria no iba a correr ningún peligro y aún se pudieron ver un par de buenas canastas en un lado y otro para cerrar un triunfo sólido de un líder que también lo es.
Al final, el marcador quedó: Perfumerías Avenida 77- IDK Gipuzkoa 59 (13-19, 23-18, 23-6, 18-16)
