La factura de la luz ha descendido un 7,6% en lo que llevamos de enero con respecto al precio que tenía en el pasado mes de diciembre. Esta bajada, que equivaldría a una tarifa regulada para un consumidor medio, supone un precio de menos del 16% de lo que costaba en enero de 2017, fecha donde la electricidad alcanzó su precio más alto del año.
Aunque muchas personas continúan preocupadas por un incremento generalizado del coste de los suministros, la luz no ha sido uno de ellos. Enero de 2018 ha supuesto una reducción en la tarifa media.
El coste medio del mes se sitúa alrededor de los 55 euros. Esto supone 5 euros menos que los casi 60 que costó en diciembre y en torno a 9 euros menos que enero de 2017, cuando ascendió a, aproximadamente, 64 euros.
Este cambio en la tarifa se debe a que en enero de 2017 la parte no regulada se disparó porque subió el precio del gas natural.
A su vez, este hecho tuvo lugar debido a las bajas temperaturas del hemisferio norte, problemas con una regasificadora de Argelia y 16 centrales nucleares de Francia que estuvieron sin funcionar.
