Pese al interés mostrado por las guarderías municipales de Salamanca que presuntamente les había prometido el alcalde Fernández Mañueco a través de Carmen Pazos, los hermanos González recelaron de este negocio.
De hecho, en noviembre de 2016, Pablo González le dice a su hermano que el negocio era “churri”.
En otra conversación, en este caso telefónica, mantenida entre Pablo González y su padre el 15 de enero, dos días después de la ampliación de capital en la sociedad Chickies, Pablo dice que “he estudiado el negocio entero y lo veo regulín, pero bueno, se quieren meter ahí pues que se metan”.
El propio Ignacio González comenta en una conversación mantenida con una tal Carmen González el 23 de enero, que “Lourdes se ha montao una empresa de guarderías. Ha hecho una operación muy rara que ya te contaré. Bueno, rara no y tal”.
En otro momento de la conversación el expresidente madrileño alude a otro grupo de guarderías diferente y explica que finalmente se decidió, hablando en primera persona, por asociarse con la dueña de Mis Pollitos. “Estoy en una operación,… Yo quería haber comprao otro grupo, no este que hemos comprao, que está bien, pero…”
Aunque el matrimonio González daba por hecho que le adjudicarían la gestión de las guarderías, la investigación y posterior arresto de González frustró sus planes: el concurso se publicó en el Boletín oficial de la provincia el 23 de mayo, apenas un mes después de que González fuese detenido (19 de abril).
En el momento en que los González hablan de las cuatro guarderías, noviembre de 2016, el pleno del Ayuntamiento de Salamanca ni siquiera había acordado la licitación. Tampoco se habían licitado todavía en febrero, cuando la mujer de González estuvo con alguien de la Fundación de Cultura y una semana después visitó las guarderías y dijo que estaban “impecables”.
Se licitaron el 25 de abril de 2017 con la publicación en el DOUE (Diario Oficial de la Unión Europea) de los pliegos que iban a regir en el proceso de contratación, seis días después de la detención de Ignacio González por el desvío de fondos del Canal Isabel II.
Esto trastocó los planes del grupo vinculado a los hermanos González, y paralizó la actividad de sus sociedades, incluida Chickies, la formada por Lourdes Cavero y la dueña de Mis Pollitos, Carmen Pazos, que ni siquiera pudieron presentarse ya al concurso.
Las empresas interesadas tenían que visitar las guarderías municipales para que en función de lo que viesen presentasen su proyecto. Esas visitas se produjeron tres días después de que se publicase el concurso en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), el 25 de mayo (la vinculada a los González lo hizo en febrero).
Al finalizar el plazo para recibir ofertas, el 19 de junio, se recibieron dos propuestas por parte de las empresas Eulen Servicios Sociosanitarios y la UTE formada por Azvase y Clequali, ambas relacionadas con adjudicaciones de otros servicios del Ayuntamiento de Salamanca, por lo que no sería extraño que tuvieran la deferencia de presentarse y sacar del atolladero a Mañueco y los que facilitaron información y visitas a las guarderías a personas relacionadas con la empresa de los González. Como si no hubiera pasado nada.