Un centro educativo del norte de Florida fue el escenario este miércoles de una nueva matanza colectivca, la peor de los últimos años, con 17 muertos y medio centenar de heridos, por lo que se cree que el número de víctimas mortales podría aumentar.
El autor ha sido Nikolas Cruz, de 19 años, que utilizó un rifle semiautomático y varios cargadores con munición como venganza porque fue expulsado del instituto por su mal comportamiento.
El presunto autor fue detenido por la Policía sin oponer resistencia. Se infiltró en una hilera de alumnos que abandonaban el centro para tratar de escabullirse, pero fue arrestado a unas manzanas del centro escolar.
Cruz disparó a los estudiantes en el momento en el que salían de la escuela. Fue ahí donde los SWAT, la policía de élite de EE UU, redujeron a Cruz.
Posteriormente cerca de 3.000 alumnos fueron evacuados. El jefe policial de Parkland indicó a la prensa que al menos 12 de las víctimas mortales fueron asesinadas dentro de la escuela, mientras que otras tres murieron en el exterior y dos más fallecieron en el hospital.
En declaraciones al diario Miami Herald, Jim Gard, profesor de matemáticas del centro educativo, señaló que los docentes y personal administrativo habían sido avisados el año pasado para que no permitiesen el ingreso de Cruz con una mochila por ser considerado una «amenaza potencial».
«Hubo problemas con él el año pasado al amenazar a estudiantes, y creo que se le pidió que abandonase la escuela», manifestó el docente, versión que confirmó Scott Israel al precisar que fue expulsado por razones disciplinarias. Compañeros del sospechoso indicaron a medios locales que Cruz era un «chico problemático», que daba «miedo a veces», pues en ocasiones «portaba armas y las mostraba».
