El edificio que alberga los números 19 y 23 de la calle Pozo Amarillo, datado del año 1935 y diseñado por el arquitecto Francisco Gil, ha sido reconocido por la Fundación Docomomo Ibérico. Este sábado se ha colocado una placa conmemorativa en el inmueble con motivo de la celebración del día de la patrona del Colegio Oficial de Arquitectos de Salamanca.
La Fundación Docomomo es un organismo internacional que se encarga de documentar e intentar conservar edificios de arquitectura moderna. “Todos los años hay una lista en toda España que se pone el Día Mundial de la Arquitectura”, ha explicado Ana Beatriz Hernández, secretaria del Colegio, “este año, por motivos varios, aquí no la pudimos poner en su día y la ponemos hoy, aprovechando que celebramos el día de la patrona del Colegio”.
El edificio data de principios de los años 30. Marcelino Diego explicó que “mi abuelo compró el solar. Antiguamente había una posada que se llamaba Posada La Cadena que invadía toda la calle; se llegó a un acuerdo por el cual, para construir todo el edificio, debía de ceder parte del terreno para que se pudiera comunicar la Plaza de Santa Eulalia con la Plaza del Mercado. En un principio, iba a estar destinado a hotel, el Hotel Comercio, que antiguamente se encontraba donde está el Banco de España, pero, con el estallido de la Guerra Civil, al final se transformó en un edificio de viviendas”.
El diseño de Francisco Gil “tiene un carácter racionalista”, señaló Diego, con “líneas muy puras”, barandillas y huecos. La estructura es metálica y mezcla materiales de ladrillo con fachadas enfoscadas. Todavía se conservan algunas viviendas en su estado original. “Los suelos interiores son muy bonitos porque son de baldosa hidráulica con decorados”, añadió. Actualmente, se están intentando colocar dos ascensores para hacer las viviendas más accesibles.
El Docomomo
El Docomomo se encuentra en proceso de revisión del catálogo para aumentarlo, ya que el primer catálogo solo registra edificios anteriores al año 1965. “Vamos a hacer una ampliación del catálogo hasta el año 1975”, explicó el decano, “las administraciones no contemplan los edificios modernos como protegibles y, sin embargo, la arquitectura del siglo XX tiene muchos valores que hay que potenciar”.
Al acto han acudido también el concejal de Fomento del Ayuntamiento, Carlos García Carbayo, el presidente del Colegio, Ángel Herrero, el nieto del promotor del edificio, Marcelino Diego, y el decano del Colegio de Arquitectos de León, José María García.