El Gobierno eliminará la obligatoriedad de garantizar la existencia de una oferta suficiente de teléfonos públicos de pago, las cabinas telefónicas, que tienen sus días contados, al igual que las guías telefónicas.
El real decreto que elabora el Ejecutivo señala que la situación actual del sector de las telecomunicaciones permite constatar que algunas de las prestaciones incluidas en el servicio universal «van cayendo en un progresivo desuso», como las cabinas y las guías.
Explica que la generalización de la cobertura y uso de los servicios de telefonía y datos móviles han hecho que la utilización de las cabinas telefónicas haya disminuido sensiblemente respecto a años anteriores.
La supervivencia de las cabinas ya estaba cuestionada después de que ningún operador se presentara al último concurso convocado para prestar el servicio de cabinas y elaborar y entregar las guías telefónicas y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).