La investigación sobre el cadáver aparecido en la tarde-noche del pasado viernes en la urbanización salmantina de El Encinar, perteneciente a la localidad de Terradillos, continúa con el cotejo del ADN del cuerpo, que como confirmó la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, “se está cotejando con el ADN de desaparecidos”.
“La investigación está en marcha y se están realizando las averiguaciones policiales”, explicó Barcones, quien señaló que “en cuanto se tenga algún tipo de resultado, lo pondremos en su conocimiento”, puesto que “desde la Delegación de Gobierno y desde el conjunto de las Subdelegaciones de Castilla y León, tenemos un compromiso firme con la transparencia, con dar a conocer cualquier cuestión que sea de relevancia informativa”.
No obstante, matizó que “hay determinadas operaciones que el propio secreto de las actuaciones, o actuaciones que están en marcha, que nos impiden poder decir más”, si bien en este caso sí pudo revelar que “se están realizando los análisis forenses para hacer una posterior cotejo con desaparecidos”. “En cuanto tengamos algún avance, lo vamos a poner en su conocimiento”, concluyó.
Pasaban las siete de la tarde del viernes pasado cuando estaba paseando a su perro por un encinar que hay detrás del pabellón polideportivo municipal cuando de repente encontró lo que parecían restos humanos.
El cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición y presentaba una falta parcial de extremidades, debido, posiblemente, a la acción de las alimañas. En seguida llamó a los servicios de emergencia.
Una vez que se personaron efectivos de la Guardia Civil constataron que eran restos humanos de una mujer y avisaron al juez de guardia para que autorizara el levantamiento del cadáver para someterlo a a la autopsia correspondiente y, debido a su avanzado estado de degradación, a extraer restos para practicarle la prueba del ADN.
La Guardia Civil de Salamanca consultó inicialmente su base de datos sobre desapariciones o denuncias que pudieran tener alguna relación con este descubrimiento, pero no aparece nada que permita identificar esos restos, las posibles causas de su muerte y como llegaron hasta ese paraje, en el encinar junto al camino que rodea al pabellón municipal.