Las escuelas católicas concertadas de Castilla y León dan la bienvenida el nuevo curso escolar con más de 100.000 alumnos repartidos entre 181 centros de toda la región (un 28,5%). En el caso de Salamanca, los alumnos ascienden a 15.226 en 28 centros distintos, lo que supone un 31% del total de jóvenes escolarizados de la provincia.
Leandro Roldán, secretario autonómico de Escuelas Católicas Castilla y León, ha anunciado que este martes tiene lugar la primera reunión de los equipos directivos de los centros concertados en Salamanca. Con un total de 628 unidades, la escuela concertada se mantiene con «estabilidad total» con respecto al curso anterior.
Roldán ha señalado que esta enseñanza se caracteriza por su ideario y que se fundamenta en los pilares de idiomas, innovación pedagógica y nuevas tecnologías. 19 centros de Salamanca han obtenido la certificación TIC, de los cuales seis tienen un nivel cinco.
Buscan fomentar el «crecimiento integral de las personas», así como el desarrollo de sus competencias partiendo de la experiencia y su capacidad de adaptación a los cambios. Roldán subrayó, además, valores positivos como su educación integral, integración, apertura y carácter inclusivo.
Este año, destacó, se renueva su compromiso en la lucha contra el acoso escolar con herramientas como una guía para actuar en la que se incluyen protocolos. A mayores, se apuesta por los cursos de formación para el profesorado (que se paga con dinero público pero no llega por oposición).
Por otro lado, la organización tiene una serie de reivindicaciones para la Consejería de Educación. En primer lugar, critican su pérdida de 14 unidades (actualmente tienen 4.278 en Castilla y León) ante una «continua caída» total en la región, en parte debido a un menor número de niños y al ajuste a la baja de los conciertos.
Piden un «presupuesto digno, justo y adecuado para poder garantizar a los ciudadanos la elección de centros». En este sentido, denuncian la diferencia de inversión con otras autonomías. Mientras que en Castilla y León se dedican 6.000 euros para Infantil y Primaria, en comunidades como el País Vasco o Navarra llegan a 11.000 euros.
También piden ampliar el mapa de ciclos de Formación Profesional, una enseñanza por la que creen que hay que apostar, especialmente en su rama dual, además de un modelo educativo de conciertos que permita esa libre elección.
Tras el cambio de Gobierno, admiten que ha habido «preocupación y enfado» tras las declaraciones de la nueva ministra, lo que tomaron como un «ataque a la concertada». En lo que más se han sentido atacados ha sido en los cambios relativos a la enseñanza de religión, que se propuso que no fuera una asignatura evaluable. Actualmente, están «a la expectativa».