La Policía Nacional de Salamanca ha detenido a un delincuente habitual acusado de entrar en un garaje comunitario para robar. Cuando fue sorprendido en el interior de un coche dijo a los agentes que no tenía dónde dormir y que por eso se metió en un vehículo. Las piedras y barras que llevaba consigo eran, según dijo, para defenderse.
Al llegar al garaje los agentes vieron abierta una de las dos persianas metálicas del cerramiento de la plaza número 5.
Entraron y el coche aparcado en su interior vieron al ahora detenido tratando de ocultarse en los asientos delanteros.
Al inspeccionar el coche vieron en el suelo dos barras metálicas y debajo del asiento del conductor un álbum de fotos y una carátula de un radio casete de automóvil. El intruso llevaba en los bolsillos dos piedras.
Ni corto ni perezoso le dijo a los policías que vivía en la calle y no tenía dónde dormir, motivo por el cual se metió en el vehículo, y que las barras y las piedras que llevaba eran para defenderse.
Al llevarlo a la comisaría se descubrió que un taxista había llevado horas antes una cartera que pertenecía al detenido.
El conductor la recogió del suelo al caérsele a este individuo cuando intentó atracar a una mujer en el hospital.
Al detenido le constan nueve detenciones por hechos similares, así como varias requisitorias judiciales ya cesadas también por delitos contra la propiedad, y alguna de ellas por robo con violencia e intimidación.