La marca Toro de Osborne acaba de ganar otra batalla judicial, pero esta es algo más compleja.
Ha sido contra una empresa búlgara que tenía en su marca la palabra ‘Torro’, lo cual podría inducir al consumidor a creer que tenía relación con la española, sobre todo entre los anglosajones, que pronuncian ‘toro’ como si tuviera erre doble.
La Oficina Europea de Propiedad Intelectual ya se pronunció a favor de Osborne, pero los búlgaros han recurrido y el Tribunal General de la UE ha desestimado su reclamación.
El tribunal incide en que ‘Torro’ puede generar confusión por su semejanza fonética con el término español.
La compañía búlgara tiene ahora dos meses para interponer un nuevo recurso de casación ante el Tribunal de Justicia.