Una vez que llega a su habitación del servicio de medicina nuclear, situada en el semisótano del Hospital Clínico de Salamanca, se dirige a la ventana para contemplar las “vistas de su búnker”, como ella lo define. Su sorpresa llega cuando lo primero que se encuentra al asomarse es una gran cantidad de colillas, paquetes de tabaco vacíos, un cepillo de dientes, una cuchilla de afeitar…
En definitiva, una gran cantidad de desperdicios que han llegado ahí porque las personas que pasan por el hospital las han tirado desde sus respectivas habitaciones. La paciente ha querido dejar claro que en ningún momento quiere echarle la culpa al hospital por falta de limpieza, ya que esa zona no tiene por qué ser objeto de limpieza regular al tratarse de un tejado y no de un suelo. “Esto no es de un día, sino de mucho tiempo”, indica, como se puede ver en las fotografías, los paquetes de tabaco llevan su tiempo ahí debido a su estado.
En concreto, la zona del hospital donde se encuentra tiene que estar bien desinfectada, por lo que encontrando colillas en el exterior de la ventana y en los raíles de la misma cree que esa tarea no va a ser fácil. Además, como se encuentra en una zona de aislamiento donde no tiene contacto directo con las enfermeras por el tratamiento que está recibiendo, no ha podido comunicarlo al personal del hospital todavía.
Insta a todos los salmantinos a respetar la limpieza de los lugares públicos, en concreto los hospitales, porque casos como este, le hacen pensar que “Los seres humanos somos unos guarros”.
Texto y fotos: José Ángel García Gallego
