El drama de la inmigración latinoamericana hacia EEUU acaba de dejar una imagen parecida a la del niño Aylan, refugiado sirio ahogado en las playas de Turquía cuando intentaba huir con su familia a Europa.
Es la foto de un refugiado salvadoreño y su hija Valeria de dos años metida en su propia camiseta, que perecieron el pasado domingo cuando intentaron cruzar el Río Bravo por Matamoros, en el noreste de México.
La madre consiguió salir con vida del trance y fue quien avisó a las autoridades de la tragedia que acaba de producirse.
Enseguida comenzó la búsqueda de los desaparecidos pero sus cadáveres no se hallaron hasta el lunes, en la orilla del río.
Según relató la madre, fue su hija la primera que fue arrastrada por la corriente y su padre salió a por ella. Le dio alcance y la metió en su camiseta para que no quedara suelta y fuera arrastrada de nuevo, pero el agua se los llevó a los dos.
La familia salvadoreña estaba en Matamoros para pedir asilo en EEUU, pero como se demoraban los trámites decidieron cruzar el río junto a otros compatriotas.
