La empresa Diverbo negó este martes que expulsara a una niña de once años con discapacidad intelectual de su campamento de inglés en Aldeadávila
En un comunicado publicado en Facebook, la compañía asegura que «nunca se ha expulsado ni discriminado» a la niña, y que su interés «es velar» por el bienestar de todos los menores que atiende en su campamento, donde ha habido otros pequeños con necesidades especiales. Por eso, prosiguió, «le ofrecimos una alternativa», consistente en que la niña durmiera con una monitora, que «los padres rechazaron».
Según publican distintos medios, Carolina Gómez, la madre de la menor, insistió en que antes de inscribir a su hija explicaron a Diverbo que esta tenía una discapacidad del 33 por ciento y un retraso madurativo, y que la empresa aseguró que no habría problema.
Sin embargo, el primer día sus dos compañeras de habitación se quejaron a sus madres, que a su vez reclamaron ante el campamento con el argumento de que sus hijas no tenían por qué cuidar de ninguna niña con discapacidad.
Ante esta situación, Diverbo se puso en contacto con los padres de la pequeña y les comunicó que la menor manifestaba comportamientos raros. Por eso, le ofrecieron «una monitora en exclusiva» y dormir sola con una monitora. Los padres insisten en que apartarla de las demás niñas «sí es una discriminación».