Alrededor de un centenar de personas acudieron a la concentración en la plaza de la Constitución organizado por el movimiento Feminista de Salamanca contra la decisión de la Fiscalía de Barcelona de juzgar a la manada de Manresa por abuso sexual
«Son 7 contra una. Son 7 adultos contra una menor de 14 años. Es una menor sin edad de consentimiento, que en nuestro Estado se sitúa en los 16 años. La penetraban por turnos “ve, te toca a ti, 15 minutos cada uno y no tardes”. Se masturbaban observando un escenario de dominación y poder», señala el manifiesto leído en Salamanca.
De nuevo nos cuestionan a las mujeres. ¿Iba borracha? ¿Drogada? ¿Se resistió? ¿Le han quedado secuelas psicológicas o no? Como bien explicó la fiscal del Tribunal Supremo Isabel Rodríguez hace unas semanas, “no se puede pedir a la víctima una actitud peligrosamente heroica”.
La polémica se ha desatado tras la calificación de un ataque de una manada a una chica que tenía 14 años cuando abusaron de ella por turnos aprovechando que estaba drogada y borracha.
A la barbaridad de este tratamiento judicial se suma una sociedad profundamente machista y racista. Los violadores no eran “menas” como se ha estado difundiendo a través de una estrategia de noticias falsas. Eran adultos de muchas nacionalidades, españoles también. Se viola por machismo, con afán de dominación sobre la mujer. Nos violan hombres machistas y el machismo está en todas las sociedades. Basta ya de utilizarnos para campañas de odio. El feminismo es también antirracista y lo seguirá siendo.
Los hechos ocurrieron en 2016 cuando la víctima acudió a un botellón organizado en una fábrica abandonada a las afueras de Manresa (Barcelona).
Ella bebió en exceso y consumo estupefacientes algo de lo que se aprovechó uno de los seis procesados para llevarla a una caseta para abusar de ella.
Al salir se lo contó al resto de sus amigos y uno por uno fueron haciendo lo mismo, en turnos de 15 minutos. Otro solo miró y se masturbó, pero también lo procesan por no impedir la agresión del resto.
El fiscal califica la acción de los seis que consumaron el coito de abusos sexuales, por lo que solicita para cada uno de ellos penas de entre 10 y 12 años de prisión. La acusación particular afirma que no fueron abusos sino agresiones (equiparable a lo que antes se calificaba como violación) por lo que solicita penas de entre 15 y 20 años de cárcel para cada uno delos seis de la manada.
«Repetiremos las veces que haga falta que no existe el “consentimiento viciado”. Solo hay dos opciones: o sí o no. Si existen dudas es que no hay consentimiento. Si está inconsciente o privada de voluntad no hay consentimiento. Si es menor no hay consentimiento. Si no hay consentimiento hay violencia. ¡No es no! El incremento de las agresiones sexuales múltiples no debería de hacer más que poner en alerta a una sociedad que está interiorizando formas de sexualidad que son violentas, machistas y que deben llamarse por su nombre. Son violaciones.
Estamos hartas. Hartas de que nuestra justicia esté llena de jueces y juezas machistas incapaces de ponerse en el lugar de las víctimas. Incapaces de entender que existe intimidación si son 7 contra una. Que existe violencia cuando son adultos frente a una menor», concluyó el manifiesto.