[dropcap]U[/dropcap]n público numeroso y sentado alrededor de la estatua de Carmen Martín Gaite en la plaza de los Bandos contemplaron esta escena:
Una joven estudiante está pintando un boceto de la estatua de la escritora. Una mujer mayor se acerca a la joven y se interesa por su trabajo. Las dos mujeres entablan una conversación acerca del arte, la palabra y su valor.
La más joven revela sus miedos e inquietudes, su deseo de ser escritora y la difícil búsqueda de inspiración para sus obras.
La mayor, que no es otra sino Carmen Martín Gaite, recuerda su juventud de estudiante y los fríos inviernos en Salamanca.
Entre recuerdos, comparte con la joven las enseñanzas fruto su experiencia como escritora y los consejos que un día ayudaron a la creación de sus primeras novelas como Entre visillos o Ritmo lento, entre otras.
Se echó de menos a Carmen Martín Gaite, una de las grandes escritoras del siglo XX; a penas se mencionaron dos títulos; se echó de menos a la combativa e irreverente universitaria amiga íntima de Ignacio Aldecoa; se echó de menos a la mujer que llevaba dentro esta magnífica artista de las letras; se echó de menos a la escritora de ‘Entre visillos’, a la que retrató como nadie a la sociedad sofocante y atosigante que compartió con ella la juventud en Salamanca, porque después, cuando se fue a Madrid, por mucho que dijeran que le gustaba presumir que era de provincias, eso no significaba que alardeara de ser salmantina, lugar que apenas tiene sitio en su literatura.
Sobre la representación… Para contar la historia, tomaron algo tan manido como que una persona viene del pasado al presente, y de vez en cuando, las actrices parecía que estaban en mundos paralelos. Por eso, al concluir la interpretación, nos preguntábamos dónde había estado Carmiña, cuál había sido su lugar, porque por la plaza de los Bandos se la vio poco, casi desfigurada, se la intuyó gracias al atrezzo, o lo que es lo mismo, porque se puso su característica boina y la representación concluyó con la primera estrofa del poema de Carmen Martín Gaite, ‘Escondite inglés’… Si no hubiera sido por estos detalles, habríamos pensado que se trataba de otra Carmiña.
Una, dos y tres,
escondite inglés,
a esa niña de rojo
ya no la ves.
Y, desafortunadamente a Carmen Martín Gaite, tampoco la vimos. Si con esta obra querían acercar a los salmantinos y visitantes a la figura de Carmen Martín Gaite, la alejaron aún más.
*** La Plaza de los Bandos acoge el 2 y el 9 de agosto la obra ‘Un lugar para Carmiña’, de la compañía La Befana, dirigida por Nuria Galache Sánchez e interpretada por Raquel Salamanca y Mo de la Fuente.
*** Adaptada la representación. Intérpretes de la lengua de signos eliminaron barreras de comunicación y permitieron el disfrute de la obra a un público más diverso.