- Torra animó a participar masivamente en las protestas contra la condena a los líderes del procés
- El Gobierno afirma que la violencia está “coordinada”
Las cuatro capitales catalanas vivieron una noche de disturbios protagonizados por los radicales independentistas, alentados por el presidente de la Generalitat, Joaquim Torra, que los animó a participar masivamente en las protestas contra la sentencia del Tribunal Supremo que condena a nueve líderes independentistas a penas de entre 9 y 13 años por sedición y, en algunos casos, también por malversación.
Las manifestaciones se organizaron a partir de las siete de la tarde frente a las subdelegaciones del Gobierno, fundamentalmente, y ante la Delegación del Gobierno en Barcelona.
Precisamente en este último punto se encendió la mecha cuando los manifestantes tiraron las vallas e intentaron entrar en la sede gubernamental, lanzando objetos contundentes y petardos a los agentes.
Los Mossos y la Policía Nacional tuvieron que realizar distintas cargas en las cuatro capitales catalanas, con un balance provisional de unos 72 agentes heridos y 51 detenidos.
El Gobierno asegura que la «violencia está siendo generalizada en todas las protestas» y que está “coordinada por grupos que utilizan la violencia en la calle para romper la convivencia en Cataluña”. Agrega que “una minoría está queriendo imponer la violencia en las calles de las ciudades catalanas, especialmente Barcelona, Tarragona, Girona y Lleida. La violencia de esta noche está siendo generalizada en todas las protestas».
