La Universidad de Salamanca y La Crónica de Salamanca inician una serie de entrevistas y reportajes a egresados que se han formado en las aulas del Estudio Salmantina y están trabajando fuera de nuestro país
[dropcap]I[/dropcap]sabel Sánchez Rodríguez estudió el grado de Estudios Ingleses de la Universidad de Salamanca y tiene un recuerdo bonito por lo que la Universidad te aporta. “Conoces mucha gente de sitios muy diferentes y aprendes un montón de cosas nuevas. Sin embargo, en relación a mi carrera me hubiera gustado que hubiese sido de otra forma, un poco menos enfocada en la literatura y un poco más en los estudios culturales”, explica.
¿Te sirvió a la hora de enfocar tu vida laboral?
En parte sí. Siempre supe que, a pesar de estudiar un grado en Estudios Ingleses, no quería ser profesora de inglés. Al principio no tenía muy claro que haría al acabar la carrera ya que la principal salida que tiene no es lo que yo quería, pero me sirvió como base para estudiar el máster que he hecho en cultura, política y sociedad europea.
Una vez que te incorporarte al mercado laboral. ¿Qué te hubiera gustado que te explicaran durante la carrera?
Creo que la carrera de Estudios Ingleses es muy poco práctica y sin un máster no puedes hacer mucho, aun así algo que he visto en carreras similares en otras universidades son asignaturas relacionadas con algunas salidas profesionales que pueda tener la carrera y que te den una idea básica de qué puedes hacer después, como traducción, edición/corrección, gestión cultural o enseñanza (de esta hay una sola optativa a la que acceden los alumnos de tercer y cuarto curso a la vez y mucha gente se queda sin hacerla por falta de plazas). Además de la posibilidad de hacer un periodo de prácticas durante la carrera como ocurre en otros grados.
Desde tu experiencia, ¿cómo podemos mejorar la Universidad de Salamanca?
Como ya he dicho, creo que un gran problema en las carreras de letras en general es la poca formación destinada a orientar laboralmente a los estudiantes de modo que cuando acabamos la carrera no sabemos qué nos podemos encontrar.
Isabel envió su primer curriculum a través de las prácticas del máster. Isabel cuenta que tenía que buscar un sitio donde hacer entre cuatro y seis meses de prácticas relacionadas con el máster, no tenían convenio con ninguna institución ni empresas, de modo que era como buscar un trabajo, y podías hacerlo en cualquier parte del mundo y en cualquier organización siempre y cuando estuviese relacionado con los estudios de máster. “Yo tuve bastante suerte, ya que de primeras envié currículum al Instituto Cervantes de Dublín y al Instituto Cervantes de Mánchester. En el primero me contestaron que solo admitían becarios a través de las becas Faro, pero en Mánchester me dijeron que no había problema. Cuando mis prácticas finalizaron me ofrecieron un contrato laboral y me quedé”.
¿Te costó mucho decidirte a trabajar fuera de España?
Para nada. Cuando estaba en la carrera hice un año de Erasmus en Alemania, y desde que volví a España siempre tuve la cosa de volver al extranjero. Una vez acabé la carrera me vine un año a Inglaterra a trabajar en un hotel para mejorar mi inglés y después empecé a estudiar un máster en el extranjero. De modo que para mí, estudiar o trabajar en el extranjero nunca ha sido algo que me costara mucho tomar la decisión.
¿Qué es lo que más valoran en el extranjero del trabajo de los españoles?
Creo que en general lo que más valoran es lo resolutivos que somos los españoles.
¿En qué consiste tu trabajo?
Soy asesora de comunicación y prensa. Mi trabajo consiste principalmente en la gestión de las redes sociales del centro, escribir notas de prensa y ayudar con la organización de eventos culturales.
¿Con cuántas nacionalidades estás trabajando?
En el Instituto Cervantes de Mánchester prácticamente todo el mundo es español, solo una de mis compañeras es británica y hay algún profesor de Latinoamérica. En cuanto a la gente que viene al Instituto, hay de todo, la mayoría británicos, pero también hay gente de otros países que les interesa la cultura española e hispanas y viene a las clases de español o a los eventos.
¿Tienes posibilidades de retorno?
Si me ciño al ámbito cultural creo que las posibilidades se reducen bastante. Desgraciadamente, la cultura no suele ser uno de los ámbitos en los que se invierta mucho, por lo tanto no hay casi trabajo y cuando lo hay los contratos son con malas condiciones y con sueldos bastante bajos e indignos, además de que existe una creencia de que en la cultura las cosas se hacen “por amor al arte”, como si la gente no necesitara nada más para vivir y mantenerse. Si a esto le añadimos los años de experiencia que te requieren para un puesto, y la posibilidad de saber de todo y hacer de todo, se hace muy difícil volver, al menos por el momento.
Véndete bien al nuevo Gobierno. ¿Qué traerías a España si regresaras?
El hecho de haber estado viviendo en un país distinto al tuyo (en mi caso en varios) ya aporta bastante, cuando sales fuera ves otras culturas, aprendes puntos de vista diferentes y te da una capacidad de adaptación mayor.
Y ¿a la Universidad de Salamanca?
Un nuevo enfoque en la forma de enseñar, tratar de formar a la gente un poco más de cara al futuro, ya bien sea académico o laboral.
¿Qué echas de menos?
Sonará a topicazo, pero el sol. Nunca me di cuenta de lo que tenemos en España hasta que me fui de Erasmus y se pasó medio invierno nublado y oscureciendo a las cuatro de la tarde. Obviamente, ese sentimiento se acentúa en Mánchester, una de las ciudades más lluviosas de Europa.