El año pasado acabó con un total de 5.499 pacientes esperando a ser operados en Salamanca, lo que supone 1.175 más (un 21% más) que hace un año, según los datos facilitados por Sacyl.
Salamanca es la segunda provincia con mayor lista de espera, por detrás de León, que en sus dos grandes hospitales suma 1.200 pacientes más que el complejo salmantino. Un motivo más que los leonesistas inflamen sus reivindicaciones. Y para los que no lo son y ven como el sistema se desentiende de ellos, mientras los quirófanos están cerrados por la tarde.
Donde sí mantiene su lamentable liderazgo el hospital salmantino es en la demora media, que es de 124 días para operarse desde que te meten en la lista de espera (la media regional es de 94), lo que supone 29 días más que un año antes.
Tenemos 1.175 pacientes más en la lista y la espera media ha aumentado en 29 días.
La lista de espera quirúrgica de la provincia tiene 112 pacientes de prioridad 1 (los que deben ser intervenidos en menos de 30 días), que tienen que esperar una media de 18 días. Hay 30 pacientes que superan ese periodo máximo de espera recomendado.
En prioridad 2 (pacientes cuya situación admite una demora relativa, siendo recomendable la intervención en un plazo inferior a 90 días) hay 1.519 personas, que tienen que esperar una media de 123 días. No obstante, hay 756 que ya llevan en espera más de tres meses.
En prioridad 3, (pacientes cuya patología permite la demora del tratamiento, ya que aquella no produce secuelas importantes) hay 3.868 personas, que tienen que esperar una media de 127 días para ser intervenidos desde que el especialista recomendó su operación. No obstante hay 1.155 que superan los seis meses de espera.
El 2019 acabó con 48 pacientes que llevan más de un año esperando una operación.
El gerente de Sacyl, Manuel Mitadiel, destacó que estos datos y la reducción de la lista de espera no estructural, que ha pasado del 18 al 8 por ciento, provocan que hoy se conozcan «mejor que nunca la realidad de la Sanidad de Castilla y León, que es el primer paso para mejorar su situación”.
Entre las razones que están detrás de la subida de la lista de espera, Mitadiel apuntó a la caída de la actividad hospitalaria, tanto de la propia como de los conciertos con entidades privadas; a problemas estructurales como la falta de quirófanos y de profesionales como anestesistas, y al incremento de la complejidad de los procesos quirúgicos.
El gerente de Sacyl lamentó que se “ha perdido un año” en el objetivo de reducir la listas de espera, pero argumentó que con una mejor utilización de los recursos se puede alcanzar una notable mejoría. En este sentido, y siempre en espera de conocer los datos de actividad y rendimiento de cada uno de los hospitales de la Comunidad “para hacer un análisis serio”, indicó que se debe generalizar el uso de quirófanos por las tardes y seguir captando a nuevos profesionales.
Aunque también apuntó la influencia que ha podido tener el relevo de la mayor parte de los equipos directivos de los hospitales, Mitadiel consideró fundamental la herencia recibida del anterior Gobierno y dijo que en el mes de junio, cuando llegó el nuevo equipo, todos los créditos estaban ya comprometidos. “Al parecer, los anteriores directivos de la Consejería de Sanidad aplicaron el criterio de que el venga detrás, que arree”, denunció.