Los presidentes de Castilla y León, el ‘popular’ Alfonso Fernández Mañueco, y de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, anunciaron este viernes en Madrid que “en los próximos meses” sellarán un acuerdo de colaboración en materia sanitaria, cultural y de promoción turística conjunta. Un pacto que se basará en la “colaboración ejemplar” que desde hace años mantienen ambos territorios, sobre todo como el referido a la atención sanitaria en el sur de Ávila y la comarca de Talavera de la Reina, en Toledo.
También abarcará el acuerdo de colaboración la parcela cultural, un acuerdo que será “útil y fructífero” y que se va a materializar con una gran exposición que se desarrollará en Toledo y tendrá un corolario con ocasión del VIII Centenario de la catedral de Burgos, y que será presentado por ambos presidentes en Madrid “para toda España”. García-Page lo definió como una tarjeta de presentación de los orígenes de España. “Nos pueden reconciliar y mucho en el discurso político actual”, dijo.
Por otro lado se planteó una colaboración para la promoción turística conjunta ya que indicaron que tienen «mucha frontera compartida” y rutas que “no se entienden administrativamente” señaló. Por ello, se buscará la fórmula para que se pueda «colaborar entre todos» para ayudarse mutuamente en la promoción turística.
Ambos presidentes hicieron este anuncio en el marco de la Feria internacional de Turismo de Madrid (Fitur 2020), en la que Fernández Mañueco visitó el expositor institucional de Castilla-La Mancha acompañado de García-Page. Un gesto que elogiaron, más allá de las diferencias políticas, por demostrar una capacidad por parte de ambas comunidades para trabajar en beneficio de los ciudadanos.
Colaboración
El presidente de Castilla y León resaltó precisamente que en estos momentos donde “la gente busca más la confrontación y abrir trincheras”, este acuerdo supone un ejemplo de colaboración. «Dos presidentes de comunidades autónomas estamos más preocupados en abrir espacios de colaboración y entendimiento. De tender puentes y de derribar murallas”, incidió.
Y es que, a su juicio, comparte con su homólogo la idea de que “la España de las autonomías es un modelo de éxito”, y que ambos utilizan la diversidad y la historia “para construir, unir y sumar” y hacer el proyecto común de España un proyecto “más fuerte donde todos podamos tener nuestro espacio”.
Emiliano García-Page ensalzó esa línea de colaboración que mantienen como “dos comunidades inmensas desde el punto de vista geográfico, y más inmensas aún desde el punto de vista histórico”, por lo que aseguró que ninguna de las dos están «dispuestas a admitir lecciones históricas o se pueda diferenciar en España el RH de unos y otros”. Una colaboración con la que pretender contribuir a “una idea cohesionada de España desde la diferencia e incluso la contradicción de intereses”, pero sobre todo desde la mentalidad de sumar porque, como manifestó, “España es mucho más grande si las 17 autonomías se proponen sumar y es un problema si trabajan en la dirección de romper”.