Varias asociaciones de vecinos y sociales de Salamanca organizaron este sábado una marcha de protesta para pedir la prohibición de las casas de apuestas que empiezan a proliferar sobre todo, en los barrios humildes.
Los convocantes consideran que las casas de apuestas son «negocios tóxicos para la población» y por eso deben «dejar de existir».
Proponen, entre otras cosas, que el juego se concentre en lugares como el casino de la ribera del río, que tiene una determinada hora de apertura. Y si no es posible su supresión, que abran solo por la noche y no permitan la entrada de menores o se controle a quienes apuestan por ellos.
La coordinadora entiende que «es un problema social y queremos aportar nuestro grano de arena y que los políticos nos defiendan de los abusos de la gente que quiere lucrarse jugando con la salud de los vecinos. Es un problema de salud pública y social que maltrata al individuo y a sus familias».
La coordinadora vecinal contra las casas de apuestas está integrada por Fevesa, Garrido Contigo, Navega, Juventud Unida, el PCE, Asaljar, Fedampa (asociaciones de padres de alumnos), mujeres de las parroquias de San Mateo y Fátima.