La Policía Nacional de Salamanca está realizando avances en la investigación abierta tras el asesinato a tiros del Chispi, un hombre de 27 años que fue asaltado por dos desconocidos cuando tenía a su bebé en brazos, junto a su casa en el barrio del Tormes.
Los agentes enseguida abrieron varias líneas de investigación del asesinato, aunque todo parece indicar que se trata de un ajuste entre clanes, incluidos los motivos personales.
El móvil es el que se trató de descubrir, toda vez que lo se sabía quiénes habían sido los presuntos autores, que aún están en paradero desconocido.
La subdelegada del Gobierno en Salamanca, Encarnación Pérez, indicó este lunes que la investigación policial «avanza» y no desveló datos al estar bajo secreto judicial (algo habitual en Salamanca siempre que hay un crimen).
Mientras prosigue la investigación, la Policía refuerza puntualmente la vigilancia en los puntos de la ciudad donde pueden producirse momentos de tensión que den origen a un conflicto.
La subdelegada quiso enviar un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos, resaltando que este crimen «ha sido un hecho aislado» y que la población debe estar «relativamente tranquila», porque la ciudad sigue siendo segura.