La casualidad y las redes sociales han permitido que dos chicas, que creían que eran las mejores amigas cuando eran, en realidad, hermanas de padre.
Ashley, de 31 años, y Toya, de 29, se conocieron en sexto grado en la escuela media, en Philadelphia. Desde eso han pasado 17 años y desde entonces se hicieron inseparables.
Hasta que un amigo de la madre de Ashley encontró en las redes la boda de Wimberly y vio a un hombre que conocía porque en el pasado lo había visto con la difunta madre de Ashley.
Era el padre de Toya y tras algunas averiguaciones, también el de Ashley, según informa ABC7. Una prueba de ADN confirmó que ambas eran hijas del mismo padre.