Asaja Salamanca amenazó este martes con «levantarse de las mesas de cotización» que se celebran cada lunes en el Recinto Ferial de la Diputación de Salamanca por «el abuso del sector comprador e industrial» que, en opinión de la OPA, está «aprovechando la crisis del coronavirus para renegociar a la baja los tratos que estaban cerrados con los ganaderos bajo la amenaza de no retirar a los animales de la explotación».
En opinión de Asaja Salamanca, estas actuaciones del sector comprador e industrial tienen «un carácter especulativo», ya que buscan «bajar los precios de forma injustificada» para comprar «a precios de crisis» productos frescos como jamones y paletas que, «en aproximadamente dos años, venderán a su precio habitual, por lo que multiplicarán sus beneficios mientras el ganadero ve cómo se pone en peligro la viabilidad de su explotación», informó Asaja.
Asaja Salamanca explica así que «a medida que avanzan las semanas, los cerdos cogen más peso y es más difícil venderlos, circunstancia que ha llevado a algunos ganaderos a bajar los precios por debajo, incluso, del coste de producción ante el miedo de no poder dar salida a los animales».
«Esta situación tuvo su repercusión este lunes en la mesa del ibérico, donde bajaron todas las cotizaciones», continúa Asaja en su comunicado, señalando que «el escenario es especialmente delicado en el caso del tostón ibérico, en el que las ventas se cerraron a 10 euros la unidad y con muchas dificultades para dar salida al producto».
Ante esta situación, muchos ganaderos, según la OPA, están «sacrificando madres para no seguir produciendo o están reduciendo al mínimo su producción», lo que provocará que «en 15 o 16 meses falten cerdos y la cabaña del ibérico se reduzca, provocando picos de sierra en precios y producciones que no serán beneficiosos para ninguno de los agentes de la cadena agroalimentaria y pondrán en peligro la viabilidad de estas explotaciones».
Por todo ello, Asaja Salamanca solicita al Gobierno «que persiga y sancione las prácticas desleales que buscan rebajar los precios de estos productos de forma injustificada, como medida de defensa del sector primario» que, en esta situación de crisis sanitaria, «sigue siendo imprescindible para la población».
