[dropcap]N[/dropcap]o en un delantero puro, al uso, como los que estamos acostumbrados a ver en muchos campos de Segunda B, que llevan el ‘9’ a la espalda y que ‘cazan’ goles por doquier, fijando a los centrales y ejerciendo de auténticos rematadores. Pero, en el fútbol actual no hace falta tener solo esas características para hacer goles, y un claro ejemplo es el que hasta la ya pasada campaña llevaba el número 10 en la espalda. Sí, hablamos de Pablo Espina, un futbolista que en menos de año y medio se ganó el cariño de la afición, el reconocimiento de sus compañeros y un nivel que ha hecho que algunos de los grandes se fijen en él para la próxima y atípica temporada.
Once goles ha anotado el asturiano en los 27 partidos que ha disputado el CD Guijuelo, pero con la mala fortuna de las 10 jornadas que el coronavirus le ha arrebatado para intentar aumentar esa cifra y, por qué no, entrar aún más en la historia del equipo ‘verde’.
Este ovetense de 30 años es ya el cuarto jugador que más tantos ha anotado con el Guijuelo en una temporada, con la gran salvedad de haberlo hecho con 10 jornadas aún por disputarse, compartiendo puesto con los 11 goles de Antonio Pino el año del play off (2013-14), y superado por los 14 goles del ‘Increíble’ Marc Nierga (2014-15), los 18 goles de nuevo de Antonio Pino (2016-17) o el récord hasta ahora, que sigue en las botas del ‘matador’ Javi Ballesteros, con 19 goles en la temporada 2008-09.
Pablo Espina: “Lo que define a Ángel es su manera de actuar, su personalidad, que es trabajador y humilde”
Referencia sin ser ‘9 puro’: “Es cierto que nunca he sido un delantero centro referencia, un ‘9’, y llevaba algunos años sin jugar tan arriba, pero ya en el Lealtad hice 10 goles y en el Logroñés 11. Esta temporada, al igual que en la anterior cuando llegué, Ángel decidió volver a ponerme arriba en la segunda fase de la temporada y he tenido la fortuna de hacer goles y estar en racha. Su confianza y la de los compañeros fue clave”.
Fin de la temporada: “Cuando se paró la competición, me dio mucha rabia; primero por el equipo, porque estaba en el mejor momento, encadenando grandes resultados y juego, y luego en el plano individual porque estaba haciendo goles y ayudando al Guijuelo a lograr victorias. Pero hay cosas que no dependen de nosotros y no podemos seguir pensando qué es lo que podía haber pasado”.
Flecha hacia arriba: “Antes del fin de la competición estábamos en unos números muy buenos, pero también debemos ser conscientes de dónde veníamos, después de una primera vuelta muy dura y complicada. Creo que, pese a los buenos resultados, la zona noble de la tabla nos quedaba muy lejos, a mucha distancia, y más según estaban de fuertes. El año pasado sí tuvimos esa sensación y la posibilidad real de poder meternos entre los cuatro primero, pero esta temporada no. Pero quedar en Copa es un buen resultado”.
Su futuro: “No sé qué va a pasar, la verdad. Si te soy sincero, no me siento cotizado y no sé qué podrán pensar otros clubes sobre mí, aunque espero tener más opciones y veremos qué es lo que pasa. En estos momentos todo está mucho más enfocado a disfrutar de la familia y a superar este duro momento que nos ha tocado vivir y ya habrá tiempo para pensar”.
¿Seguir en Guijuelo?: “No lo sé, la verdad. Pero sí lo veo factible y como una opción más. No en vano, hay que esperar a ver cómo va sucediendo todo para tomar una decisión definitiva”.
Etapa en el club ‘verde’: “He estado en Guijuelo casi un año y medio y cuando renové en verano, lo hice porque había recuperado sensaciones y mi mejor nivel, algo que se ha visto en la temporada que ya ha terminado. Venía de Ponferrada de unos meses complicados y aquí me he sentido muy querido y valorado. Ha sido una experiencia muy positiva para recuperar mi nivel, aunque siempre puedo mejorar y es lo que voy a intentar”.
Ángel Sánchez: “Lo he dicho muchas veces y lo vuelvo a repetir. Para mí, Ángel es un gran entrenador en los ámbitos táctico y técnico, es joven y tiene las ideas muy claras. Pero, para mí, lo que le define es su manera de actuar, su personalidad, su competitividad y que es una persona muy trabajadora y humilde. Al menos es lo que me ha transmitido a mí, al igual que a mis compañeros y siempre me ha exigido al máximo sin permitir ninguna relajación”.
¿Por qué vino a Guijuelo?: “Desde que llegué, mis sensaciones siempre han sido positivas. Vine a Guijuelo porque fue el equipo que mostró más interés en ficharme, al igual que el deseo que mostró Ángel porque renovase; me dieron mucha confianza y por eso me quedé. Me quedo con el respeto y el reconocimiento”.
1 comentario en «Pablo Espina, el ‘pichichi’ del Guijuelo al que le robaron 10 jornadas»
Imagino que retener a Espina será una utopìa, y más escuchando lo wue dijo Astu…