El presidente de Cáritas de Castilla y León, Antonio Jesús Martín, recordó este domingo que Cáritas, entre otras organizaciones, continuó prestando servicio de forma ininterrumpida a personas necesitadas desde el inicio de la pandemia de coronavirus y que, de hecho, el 70 por ciento de las demandas de ayuda se dirigieron al Tercer Sector. “Las instituciones privadas hemos estado abiertas y las instituciones públicas, cerradas”, señaló.
Por: Juanma de Saá / ICAL
“El temor es legítimo pero habría hecho falta que estuvieran abiertas, y más ante los efectos de la pandemia. No queremos medalla alguna pero la realidad es que hemos estado funcionando desde el primer día, guardando las medidas sanitarias oportunas, porque las primeras necesidades no pueden esperar ni un segundo”, añadió, en declaraciones a la agencia Ical.
Desde el pasado 14 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma, Cáritas Diocesana de Zamora atendió a más de 2.000 personas y realizó más de 6.000 intervenciones en total. “A veces las trabajadoras sociales no tienen tiempo ni de fichar los datos porque la atención exige todo el tiempo. Ha crecido espectacularmente la demanda para comer, tarjetas prepago para supermercados y comercios con los que tenemos convenio y de productos de salud, infantiles, suministros de energía y alquileres”, enumeró Martín de Lera. “Se ha centrado la atención en lo más inmediato. La crisis de la pandemia nos lleva a una crisis económica y social de dimensiones dramáticas para mucha gente”, consideró.
La acogida se centró en Cáritas Diocesana, las interparroquiales de Benavente y de Toro y a través de sacerdotes en el mundo rural. “Nuestros centros y programas de empleo han ayudado a más de 180 personas en momentos de dificultades, hasta lograr alguna inserción laboral vinculado al cuidado de mayores y residencias”, anotó. “Los centros de infancia han dado respuesta a 131 niños por Internet y, cuando ha sido necesario, de forma presencial. Las comunidades terapéuticas han seguido funcionando Se detecta un repunte en adicciones a sustancias o productos sin sustancias como Internet, redes sociales que también enganchan y destruyen”, advirtió.
En este contexto, Antonio Jesús Martín hizo hincapié en que “nuestra sociedad, que ya era frágil, se ha vuelto mucho más frágil en dos meses” y valoró la posibilidad de “replantear” la forma de vida. “El miedo no puede paralizarnos y debemos llegar a quienes nos necesitan. Debemos replantearnos la forma de vivir, desde cómo nos alimentamos hasta cómo utilizamos las energías, y debe crecer la compasión. Saber cuidar a los que sufren y acompañar a personas que han quedado heridas, con miles de problemas y lutos no vividos”, agregó.
Pobreza severa
El Observatorio de la realidad Social publicó el 1 de junio datos sobre los primeros impactos de la pandemia de coronavirus, entre los que destacan que ha aumentado la pobreza severa, que afecta a más de un millón de personas.
“La gente que acude a nosotros demanda lo más básico, para comer, no para el alquiler o la luz. Aumentan los problemas de vivienda. Se reducen los lazos familiares. Cada vez tiene menos capacidad de apoyo. Aumentan problemas de salud, el miedo ante el futuro y hay un impacto brutal en el ámbito laboral de manera que la tasa de paro entre los hogares atendidos por Cáritas aumenta en 20 puntos porcentuales”, precisó el presidente de Cáritas autonómica.
Martín de Lera hizo todas estas declaraciones después de presentar la Jornada de Caridad, bajo el lema ‘El poder de cada persona. Cada gesto cuenta’, y la Memoria de 2019 de la organización católica en Zamora. “La Jornada se enmarca en la Semana de Caridad que Cáritas celebra unida al día del Corpus Christi. Este año pasará muy desapercibida, sin posibilidad de procesiones, pero la caridad sigue presente”, comentó.
“La pandemia de coronavirus nos obliga a disponer de nuestra vida de una forma inimaginable hace solo unos meses. Enfermedad, muerte de seres queridos y aislamiento han dejado paso a la inseguridad económica y laboral y emerge una sociedad mucho más frágil y con una hoja de ruta llena de incertidumbre”, valoró.
Antonio Jesús Martín expresó el “sentimiento, cercanía y recuerdo hacia todas las personas víctimas de la pandemia y, desde una óptica creyente, poniéndonos en manos de Dios, que da sentido al sufrimiento” e invitó a “un amor gratuito que nace de forma libre y desinteresada, de personas de todo tipo de creencias, oficios y lugares”.