Entre otras cosas por falta de espacio, no va a entrar “El topillo” a diseccionar el contenido real, contante y sonante, del llamado pacto para la reconstrucción de Castilla y León, de lo cual supongo que se ocupará Pedrouve en su próxima entrega. Pero si alguien ha sabido rentabilizar políticamente su firma, no cabe duda de que ese ha sido el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco.
Pese a que no se trata del primer pacto de esta naturaleza alcanzado en una comunidad autónoma -Aragón, Canarias y Castilla La Mancha han ido por delante- el firmado en Castilla y León ha tenido una especial repercusión mediática. Tal vez debido a la circunstancia de que sí ha sido el primer pacto firmado por un presidente del PP.
Mañueco era entrevistado anoche por Juan Ramón Lucas en “La Brújula” de Onda Cero, y esta mañana por Ángels Barceló en el “Hoy por Hoy” de la Cadena SER, comparecencias ambas previamente anunciadas por la Junta en su cuenta oficial en Twitter. Y en los dos programas ha pasado como ejemplo de gobernante capaz de articular consensos en el crispado panorama de la política española.
Ante Barceló ha tenido que hacer juegos malabares para no desautorizar la oposición de Pablo Casado a las últimas prórrogas del estado de alarma y, tal como hiciera en su momento Núñez Feijóo, no ha sido tan indulgente con Cayetana Álvarez de Toledo, a la que ha terminado recomendando una “desescalada” verbal. Mañueco ha desvelado que durante la pandemia ha venido manteniendo un fluido contacto con Luis Tudanca, el líder de los socialistas de Castilla y León.
A un presidente con un perfil político tirando a grisáceo, eclipsado por un vicepresidente ávido de un enfermizo afán de protagonismo, el pacto firmado ayer en el Colegio de la Asunción le ha permitido colgarse en España la medalla de presidente cabal y dialogante, ejemplo de político responsable que antepone el interés general a los mezquinos réditos partidistas.
Ello cuando en realidad quien ha realizado verdaderas concesiones para alcanzar el acuerdo no ha sido Mañueco ni tampoco el inevitable Igea, ni PP o Ciudadanos, sino el PSOE de Tudanca, que se ha dejado ahí algo más que pelos en la gatera. Y no sigo porque ya he dicho al principio que no iba a profundizar aquí sobre el alcance real de un pacto calificado como “histórico” por la propia Junta en su comunicación oficial. Ya se sabe que para algunos es “histórico” cada derbi que juegan el Real Madrid y el F.C. Barcelona…
