[dropcap]D[/dropcap]urante el confinamiento, cientos de personas adquirieron aparatos para hacer ejercicio en casa, quizá pensaron que eso de no poder salir de casa iba a ser para toda la vida y que no habría un mañana
Pero, ese mañana llegó y los ciudadanos volvimos a pisar la calle y a respirar aire puro. Ese que buscan cada día los paseantes que transitan el camino que une el barrio del Zurguen y Aldeatejada. Eso sí, cuando van caminando tienen que sortear, entre otros artículos, cintas de correr, quizá el dueño del aparato desconce que hay puntos limpios en la ciudad y prefiere dejarlo tirado para que todo el mundo se tropiece con su compra.
Además de este ‘adorno’, los andariegos también contemplan congeladores, mesas, bolsas repletas de ropa, neveras portátiles, cristales,… y un sinfín de porquería que daña, no solo la vista, sino también el medio ambiente, convirtiendo esta zona en un auténtico vertedero ilegal a las afueras de Salamanca.