Los 600 huertos ‘ecológicos’ de Salas bajas se regarán con agua del grifo

El Ayuntamiento conecta el sistema a la red general municipal
huertos urbanos salas bajas (2)
Los aljibes de cada huerto dan una apariencia al espacio que puede llamar a engaño.
  • El Ayuntamiento conecta el sistema a la red general municipal
  • Muchos huertos tendrán una superficie útil minúscula

El enjambre de huertos urbanos que se está construyendo junto al río Tormes, junto a Salas Bajas, en frente de Huerta Otea, está llamado a convertir la zona en un espacio de ocio singular en Salamanca, pero está por ver.

 

De momento están a medio construir, a pesar de que el proyecto se empezó a anunciar en 2014, pero ya se empieza a vislumbrar cómo quedará ese espacio, con huertos cuya superficie media inicialmente iba a ser de 50 metros cuadrados pero que, desde este mes de junio, se ha rebajado a 45 metros cuadrados, según las informaciones que va proporcionando el Ayuntamiento, aunque en muchos casos cuesta creer que superan los 20. En todo caso, se antojan demasiado pequeños para el trabajo que requerirán a sus titulares y la cosecha que darán.

Lo cierto es que se está haciendo a lo grande. Cada uno tiene un aljibe con su correspondiente contador (el de los contadores ha hecho su agosto) y los grupos de huertos están delimitados por listones de madera resistentes al agua, como en los chalés.

La tierra que se está empleando está casi tamizada como la harina, donde parece que no será complicado obtener buenas cosechas. De hecho ya ha dado la primera de forma inesperada.

Eso sí, habrá aljibe, pero para llenarlo de agua potable para regar los huertos, lo que aumentará el coste de producción, porque el Ayuntamiento ha conectado el sistema de riego a la red general de agua potable de Salamanca, con lo cual los huertos han dejado de ser ecológicos antes de nacer.

Inicialmente se iba a construir un aljibe de 2.500 metros cúbicos de capacidad, captando los 2,5 millones de litros de agua necesarios para llenarlo directamente del río Tormes. Así se afirmaba todavía en octubre de 2019, cuando se adjudicaron las obras para comenzar a construcción de los huertos y demás equipamientos.

Dos meses después, la Comisión de Medio Ambiente aprobó el 18 de diciembre el proyecto para la captación y bombeo de agua de riego de los huertos urbanos en el barrio de Tejares, así como una planta fotovoltaica para su suministro eléctrico, con un presupuesto total de 400.000 euros y un plazo de ejecución de tres meses.

Entonces dijo que estos huertos requieren unas necesidades hídricas que serán cubiertas con “la captación de agua con obra de toma en la zona de influencia del río Tormes, un equipo de presión para abastecer la red de riego y una planta fotovoltaica con acumulación para un funcionamiento máximo de dos horas”. Ya no se hablaba de la toma de agua del río.

Vista aérea de los huertos urbanos de Salamanca.
Vista aérea de los huertos urbanos de Salamanca.

Dado que son seiscientos huertos urbanos, y se pretende asegurar el suministro diario, este consumo estimado supone la “necesidad de construir una captación capaz de suministrar 180 metros cúbicos al día (180.000 litros diarios)”, algo que se ha hecho haciendo la toma desde la red general de abastecimiento de agua de la ciudad, y no directamente desde el río Tormes, que pasa a unos pocos metros de la zona.

Los responsables municipales ya tienen pensado alegar que no les permiten hacer tomas directas del río ni sondeos, cuando la Confederación Hidrográfico del Duero aún no ha dicho nada al respecto.

El Ayuntamiento de Salamanca debe obtener la oportuna concesión de un aprovechamiento de aguas públicas para otros usos no ambientales (riego de huertos urbanos, en este caso). Este tipo de concesiones de aguas públicas requiere la presentación de una documentación que debe aportarse por parte de los solicitantes antes de iniciar su tramitación, que puede demorarse varios meses.

La Confederación Hidrográfica del Duero confirma a este periódico que el Ayuntamiento presentó la solicitud del permiso para hacer una toma directa del río el 19 febrero de 2020 y el proceso aún está en fase de estudio. El proyecto se lleva anunciando desde 2014, las obras en 2019 pero a nadie se le ha ocurrido pensar que tramitar el permiso para hacer una captación de agua del río puede llevar hasta 18 meses (incluso para que te digan que no te lo dan) y el Ayuntamiento es lo último que hace, lo que denota de nuevo su único interés por adjudicar el tema de las obras.

“Se creará una captación de agua del río para el uso de riego de huertos y zonas verdes, que contará con planta fotovoltaica para el bombeo de la instalación, contadores de agua y alumbrado público eficiente”, decía de nuevo el pasado 9 de junio, cuando los huertos ya empezaban a dejar de ser ecológicos.

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La ‘cicatriz’ de la toma de agua en la red general de Salamanca.

El uso de agua potable no solo contradice la filosofía ecológica del proyecto, sino que encarecerá la actividad de los ciudadanos interesados.

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La ‘cicatriz’ de la toma de agua en la red general de Salamanca.

Estos 600 huertos formarán parte de un gran parque de más de 100.000 metros cuadrados en el entorno de la ribera del río Tormes con una lonja agroalimentaria y nuevas zonas de ocio y disfrute. La iniciativa, con un presupuesto global de dos millones de euros, está vinculada a la Agricultura Ecológica, enmarcada en la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (EDUSI) Tormes+, que en total cuenta con un presupuesto de cerca de 19 millones de euros, cofinanciados al 50% por los fondos FEDER y el Ayuntamiento de Salamanca, gracias a la política de cohesión de la Unión Europea.

El reglamento y las bases de funcionamiento de los huertos urbanos se aprobará definitivamente antes de otoño, cuando está previsto que concluyan las obras.

En concreto, se crearán cuatro modalidades de huertos, destinándose al ocio, a fines sociales, a la investigación y a la formación educativa. Los huertos abarcarán una superficie media de 45 metros cada uno y estarán delimitados en once sectores vallados con medidas de seguridad, entre las cuales se incluyen cámaras de vídeo vigilancia y control digital de acceso. Al verlos, muchos de ellos no alcanzan esos 45 metros ni de lejos y muchos que los tienen han de descontar el espacio que hay que dejar para moverse por allí.

No es un cementerio, con los aljibes individuales que llevarán su contador individual.

Por tanto, aparte de la función productiva, que es la razón de ser de los huertos, “se promueve una función ambiental, urbanística y estética, conservando los valores ecológicos de la ribera del río y habilitando espacios libres; una función social, a través de actividades educativas, lúdicas y terapéuticas; una función saludable, con beneficios para el bienestar personal y la alimentación; y una función cultural, manteniendo y promoviendo la tradición hortícola popular”, indica la memoria del proyecto.

La selección de los adjudicatarios se realizará previa inscripción de los interesados en un registro de demandantes. Una vez cerrado el plazo, en previsión de que la demanda sea mucho mayor que los 600 huertos ofertados, se realizará un sorteo para fijar un orden. De ellos, unos 360 serán de ocio (para los ciudadanos en general), 190 sociales (básicamente para El Arca, que está anexo), 28 para formación y 17 para investigación. Ya hay quien piensa que el cupo de los 360 para la ciudadanía en general acabará reduciéndose paulatinamente, por unos u otros motivos, y acabando en otro cupo.

La elección de los huertos se llevará a cabo en función del estricto orden y condiciones de preferencia establecido en la lista definitiva del Registro de Demandantes de Huertos, de modo que el primer clasificado en el Registro de Demandantes de Huertos, será el primero en elegir huerto y así sucesivamente.

Equipamiento

El conjunto de los huertos se encuentra vallado perimetralmente para evitar daños por vandalismo; los usuarios podrán contar con arcón de almacenamiento para útiles y herramientas, igualmente se dispondrá de unos aseos comunitarios.

El sistema de captación, deposito, regulación, llenado y tuberías de distribución de agua, tendrán el carácter de elementos comunes a todo el conjunto de los huertos, en lo referente a su explotación y mantenimiento, debiéndose estar a lo dispuesto tanto en el Reglamento Municipal de Huertos como en el código de buenas prácticas.

1 comentario en «Los 600 huertos ‘ecológicos’ de Salas bajas se regarán con agua del grifo»

  1. Un jugoso pastel para la concesionaria municipal de aguas Aqualia. De costar prácticamente cero, a tarifar como un domicilio. Ello repercutirá en la tasa de uso de los huertos, ya de por sí poco atractivos por ser minúsculos. Pero bueno, eso es otra historia, que a los beneficiarios de las cestas de Navidad del Corte no les importa, más allá de lucirse con una azadita el día de la inauguración.

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