[dropcap]T[/dropcap]odo a cambiado desde hace seis meses. Las fiestas que no se celebran, las limitantes reuniones familiares y de amigos, los saludos a dos metros de distancias, donde los besos y los abrazos se intuyen.
La capital se quedaba vacía un 15 agosto, porque el protagonismo lo tenían los pueblos, villas y ciudades de la provincia de Salamanca, que este día de la Ascensión vivían su fiesta grane. Pero, todo ha cambiado.
Hemos dado un paseo esta mañana de sábado festivo y esto es lo que nos hemos encontrado, pocos paseantes por las calles y grupos de turistas queriendo conocer la ciudad.
Sigue la flecha….